Artículo: Islas, libros, playas. Lecturas en vacaciones

Hay libros en esta vida —seguramente más de tres— que nos han dejado una marca indeleble. Es quizá la importancia que haya tenido ese libro en nuestra vida, la que nos impulse a enlistarlo cuando se nos plantea el ejercicio de elegir los libros que nos llevaríamos a una isla. Imaginarnos en solitarios es una prueba difícil a la hora de pensarnos a nosotros mismos con la insoportable presencia de, ¡adivinaron!… uno mismo. Al respecto, Luigi Amara lleva a cabo un ejercicio que, en una vida tan llena de prótesis tecnológicas, no deja de resultar interesante; y es que en vez de naufragar en una isla desierta, el autor de La escuela del aburrimiento declara “que fue una mañana de domingo cuando decidí mirar de frente al monstruo del aburrimiento y encerrarme en mi cuarto”. Más adelante:

“Ya que por propia voluntad estaba naufragando en la isla desierta de mi cuarto, se me presentaba la ocasión de decidir, esta vez no como un simple juego literario, sino como una necesidad espiritual para conjurar el horror de las horas muertas, los diez libros que me acompañarían durante mi hibernación metafísica”.

Emprender un viaje ya sea en busca de algo, de alguien o por simple gusto; ya sea para descansar o para tener la oportunidad de explorar nuestra propia mente, es siempre una buena oportunidad de elegir los libros que nos acompañarían. Dejemos de lado la idea de naufragar en una isla —por lo menos los que decidan viajar a alguna—, también la del encierro en un cuarto y démosle paso a la pregunta: ¿qué libros son los que ustedes, lectores, llevarían a un viaje? Hay varios puntos que tomar en cuenta: primero es que en muchos transportes tenemos límite de equipaje: dos maletas, si bien nos va, que no excedan cierto peso y una de mano. Así que, entre ropa y accesorios hay que elegir adecuadamente.

De entre los libros elegidos por Luigi Amara en su experimento en solitario menciona Las aventuras de Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, al que cataloga dentro de “los libros que precisamente por haber surgido de mirar de frente al monstruo del aburrimiento, serían de utilidad para salir a flote del descenso interior; una suerte de salvavidas para mis veinte mil leguas de viaje introspectivo”. Por otro lado, si seguimos en la línea del naufragio y la isla, podríamos enlistar Regreso a la isla del tesoro, de Andrew Motion el escritor inglés que decide aventurarse en realizar la continuación de La isla del tesoro.

Ahora que si queremos algún consejo de lectores atentos, ¿por qué no escuchar las opiniones de los escritores? En el libro By the Book: writers on literature and the literary life from the New York Times Book Review, editado por Pamela Paul, se hacen una serie de entrevistas a escritores y famosos sobre los libros que han escrito, los personajes, sus géneros literarios preferidos y sus propias lecturas. El escritor dominicano, Junot Díaz, en su caso, respondió a la pregunta ¿cuál fue el último libro que te hizo enojar? The Femicide Machine, de Sergio González Rodríguez.

La escritora estadounidense ganadora del Premio Pulitzer 2000, Katherine Boo responde a ¿qué libro tienes en el buró? Estoy leyendo Formas de volver a casa, del novelista y poeta chileno Alejandro Zambra. Si es la mitad de bueno que su novela Bonsai, será una buena forma de pasar un fin de semana.

La escritora Jhumpa Lahiri responde a la pregunta ¿cuál es el mejor libro que has leído durante este año? Lovers, una novela del escritor francés Daniel Arsand. Es una desgarradora historia de amor.

El reconocido actor Bryan Cranston, protagonista en Malcolm el de en medio y Breaking Bad respondió a la misma pregunta: ¿cuál es el mejor libro que has leído durante este año? Lyndon Johnson and the American Dream, de la escritora estadounidense Doris Kearns Goodwin.

Otra conocida escritora tanto por su obra como por las adaptaciones cinematográficas, J. K. Rowling, responde a ¿cuál es el mejor libro que leyó durante el verano? “Amé The Song of Achilles, la novela con la que debutó Madeline Miller, que le llevó un proceso de escritura de diez años”.

Tomar un libro, dedicarle tiempo de lectura es igual que emprender un viaje: arrojarse a los caminos, a lo desconocido, uno no sabe a lo que se enfrentará, a menos que se haya leído una reseña con demasiados spoilers. Si ninguno de estos libros los convence, déjense llevar por su gusto propio, su intuición o su crítico de cabecera para elegir el libro que lo acompañaría en su travesía y que, además, le proporcionaría una segunda experiencia de viaje.

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza