Voces a la intemperie
Un puñado de personajes conforman la experiencia narrativa de Por si se va la luz, primera novela de Lara Moreno editada por Lumen. La autora se vale de estos seres para criticar el rumbo que ha tomado la civilización, abandonada al capitalismo voraz.
Los protagonistas, una pareja de urbanitas: Martín, un investigador atormentado por la extinción de los recursos y el medio ambiente, y Nadia, una artista frágil y melancólica llegan a un caserío abandonado buscando recomenzar. Como una suerte de modernos Robinsons, llevan tan sólo unas cuantas pertenencias que la “Organización” les ha permitido conservar. Este par de jóvenes idealistas y desencantados apuestan por regresar a lo fundamental, a dejar atrás unos valores que ya les resultan ajenos.
En medio del abandono se encontrarán con otras tres personas, Damián, Elena y Enrique, quienes han tomado el mismo camino. En este entorno casi apocalíptico, cada uno irá revelando su viaje más íntimo: sus pensamientos, sus temores, sus sueños y sus ilusiones. Estamos ante una novela contada a través de monólogos interiores, surcados por un aliento poético que habla de lo oscuro, de lo sórdido. Una escritura seca, dura, como las tierras de labranza que los personajes deberán domesticar si pretender sobrevivir.
“…Nuestra educación reprocha a los jóvenes, desde la cuna, la egolatría y el egocentrismo, pero no hay nadie más egoísta que un ser maduro, el que ya no permite que nada lo aparte de su camino, el que rechaza los estorbos con repulsivo tesón. Con la madurez tenemos los principios interiorizados de tan repetidos y nos escudamos en ellos, pero apelar a los fundamentos de la experiencia es simple comodidad. Algo peor: miedo…”
Curtida en la poesía y en el cuento, Lara Moreno ha escrito una novela de ausencias, de personajes enfrentados a una situación límite. Sentados al borde la locura estos seres tendrán, como única tabla de salvación, los escasos libros que pudieron acompañarlos en este viaje.
“Parecemos un matrimonio viejo, dice Martín, uno de esos matrimonios elegantes de Centroeuropa, te falta el collar de perlas sobre el jersey de cachemira y que me tengas más asco del que me tienes…”
Por si se va la luz no se permite concesiones con quienes habitan su historia, lo que genera una suerte de empatía por esas frágiles personalidades empeñadas en resistir el entorno hostil que la autora sevillana ha creado para ellos. Una novela que plantea preguntas y permite que sea el lector quien ofrezca las respuestas.
Difícilmente clasificable, Por si se va la luz arriesga y sorprende con sus intrépidos giros narrativos, lo que la convierte en una novela poco habitual en el panorama de la literatura en español.
-Lara Moreno: Por si se va la luz. México, Lumen, 2015, 325 pp.
Por Andrés Mayo Góngora
Mascultura 19-nov-15