LOS PREDILECTOS, radiografía emocional de las nuevas generaciones
Cuando pensamos en lo peor, jamás nos lo imaginamos en carne propia. Siempre es al otro al que le suceden las desgracias: al vecino, al compañero o, mejor aún, si es a la ex novia o al tipo que nos molestaba en la preparatoria; pero jamás a nosotros, porque sentimos un halo de invulnerabilidad, un no sabemos qué, pero que nos mantiene a salvo.La desesperación comienza cuando el infortunio rompe la ilusión de seguridad.
En “Los predilectos” (Alfaguara, 2013) de Jaime Mesa, Konstantin es un joven ucraniano, protegido por su genio y su seguridad en sí mismo, que sufre esa última desesperación, más que nada enojo y frustración, al momento de descubrir que padece un cáncer intratable. Hermano de Dimitri, compositor y líder de una banda paulatinamente arrinconada en el olvido, se ve asediado por sus propios pensamientos: ¿qué hacer de su vida y más ahora con ese ultimátum? Ustedes, lectores, ¿qué planes tienen para el futuro? Ahora bien, ¿qué sucedería si, con el tiempo, al construir todas las condiciones necesarias para que su vida fluyera por ese camino, al final no consiguieran los objetivos que pretendían?
Scarlett Kunzen es quien narra esta historia y la va hilvanando con el resto de los personajes. ¿Qué es lo más arriesgado que harían con tal de vivir la vida? La actividad extrema que Scarlett realizaba era tener sexo sin protección con personas desconocidas para sentir la adrenalina, la emoción y el riesgo de contagiarse de sida. ¿Pensaron en algo más extremo? Ella, después de ese desenfreno para salir del tedio familiar y la primera adultez, se da cuenta que lo que quiere en la vida es conseguir al padre ideal para quedar embarazada de hijos que nazcan perfectos.
“Los predilectos” reúne a personajes que, de alguna u otra forma, buscan sobresalir en un sistema que los obliga a ser los mejores para conseguir lo que quieren. De lo contrario, quedarán sumergidos en el olvido y sin ninguna importancia, no más allá del recuerdo que guardarán las personas que les fueron cercanas.
¿Cómo conseguir la cima en una competencia interminable? Seguro es una pregunta que muchos de ustedes ya se han puesto a meditar. Cómo ser el mejor en algo, en música, en danza, en teatro, para que en un futuro sus nombres aparezcan al lado de los grandes y poquísimos que aún son recordados. Quizá no sea suficiente vivir la vida al máximo, de manera desenfrenada, la llamada vida loca, junto con el riesgo de estar siempre al límite, al borde del precipicio y dar el paso adecuado únicamente para tentar el abismo, mirarlo y sonreír, como lo hace Scarlett. Quizá haya algo más como lo intenta Konstantin, quien a su corta edad ya tenía el mundo rendido a sus pies con fortuna, fama, todo y, sin embargo, le hacía falta otra cosa.
Jaime Mesa, en unas cuantas páginas, esboza la radiografía afectiva y emocional de gran parte de las últimas generaciones. Dibuja la utopía adolescente que deviene en el desencanto prematuro, por un lado y el conformismo y la sencillez por el otro. Una pregunta que podría quedar en el aire sería ¿quién de ustedes conformaría parte de los predilectos?
Por: Rolando Ramiro Vázquez Mendoza.
Imagen: Portada del libro "Los Predilectos" de Jaime Mesa.
Mascultura 19-Nov-13