Vestirse entre imaginación y recuerdos: "Padre y memoria" de Federico Campbell
¿Cuál es el recuerdo más antiguo que conservan? Intenten vislumbrar los detalles de esa imagen evocada: colores, direcciones, palabras o gestos. No se preocupen si les cuesta trabajo o si están indecisos en la forma en la que lo imaginaron. Los recuerdos son como los sueños. Conforme pasa el tiempo van difuminándose un poco, cada vez más, hasta que muchas mentes caprichosas lo borran.
Federico Campbell, recientemente fallecido en febrero del presente año, nos obliga a recordarlo, a traerlo de nuevo a la mesa y discusión con la reedición de su libro “Padre y Memoria” a cargo de Océano Exprés. Como afortunada coincidencia llega el libro a hablarnos de la figura del padre en algunas obras literarias, su importancia, los recuerdos, la imaginación y la memoria. Campbell, padre y escritor, se presenta frente a nosotros como una imagen aún muy difícil de relegar.
Para ustedes, lectores, ¿cuál fue el papel que tuvo su padre a lo largo de su crecimiento, de su formación? En “Padre y Memoria”, el periodista galardonado con el Premio de Narrativa Colima 2000, nos habla de la relación que existió entre escritores de la talla de Rulfo, Kafka, Paul Auster o Sartre y sus respectivos padres. Desmiente las versiones negativas sobre el trato entre el autor de “El proceso” y su padre. La forma en la que Philip Roth acompañó a su progenitor hasta el final en vez de abandonarlo en un asilo, como suele suceder en la sociedad norteamericana.
Campbell no se detiene en ese tema y nos habla de la memoria, de su estrecha relación con la imaginación y la manera en la que ésta reorganiza, no reproduce. Cada vez que evocamos un recuerdo, éste tiene algo nuevo, algo distinto del anterior. Y si se han llegado a preguntar sobre cuál es el uso de la literatura o una de sus funciones, en “Padre y Memoria” se anota una: a partir de minuciosas observaciones de escritores del reconocimiento de Marcel Proust, autor de “En busca del tiempo perdido”, sobre la memoria y los sentidos, la ciencia halló luz en campos en los que aún no incursionaba.
Qué creen ustedes, ¿ficción o realidad? Bueno, meterse por estos senderos es tarea difícil que también emprende Campbell. Asimismo, retoma la tesis que contradice el principio de Descartes –Cogito, ergo sum– y los problemas de identidad: uno es en la medida en la que se cuenta. Piensen ustedes la manera en la que se reinventan con sus amigos dentro de la escuela, la forma en que se autoconstruyen con sus jefes y colegas en el trabajo o cómo se cuentan frente a sus familiares. Sí, quizá tengamos muchos fulanitos y menganitos que, a la vez, son uno mismo.
“Padre y Memoria”, por medio de breves ensayos interconectados, como dendritas que hacen sinapsis, construyen todo un cúmulo complejo de entramados que abordan diversos temas. Federico Campbell nos guía por entre sus pensamientos unidos a las disquisiciones de otros escritores, amalgamados como un tejido nuevo y particular. Él afirma que no hacemos más que reescribir lo ya dicho: “«Tomamos los calzones de uno, el saco de otro, el chaleco de un tercero y procedemos a coser.»” Pues bien, aquí tienen este resultado: vístanlo.
Rolando Ramiro Vázquez Mendoza
Mascultura 14-May-14