Si en el mundo del rock ha habido un personaje enigmático, rodeado de misterio y mitos, ha sido la andrógina y horrífica figura de Alice Cooper, quien al final de cada uno de sus conciertos es ejecutado, ya sea colgado, electrocutado o decapitado con una guillotina.
Vincent Damon Furnier, con elaborados trajes y accesorios de terror de calidad cinematográfica, lideró musical y creativamente a la banda que llevó en un inicio el nombre de Alice Cooper. Así dio origen a un concepto cargado de teatralidad que, influido por películas de terror y espectáculos de cabaret, mezcló con su pasión por el horror, el miedo y lo violento, con el garage-rock primero, y el heavy metal después.
Creó un espectáculo que incluía sillas eléctricas, guillotinas, sangre falsa, muñecas decapitadas y una enorme boa constrictor, en una época en la que la escena del rock permitía innumerables combinaciones; dio rienda suelta a sus fantasías e incitó la imaginación del espectador con diferentes propuestas, algunas difícilmente asimilables y otras con más pantomima o teatralidad que rigor musical. Para algunos este ensamble era un divertimiento, mientras que para muchos otros era una necesidad creativa que buscaba plantear una propuesta más grande.
El demencial dramatismo de su puesta en escena lo rodearía de muchas anécdotas y mitos, y en otros casos le provocaría problemas con los medios y con la autoridad. La versión más difundida sobre el origen del nombre —Alice Cooper— cuenta que surgió en una sesión de Vincent y la banda con una tabla ouija: comenzaron a hacerle preguntas, y al pedir que les dijera si había un espíritu en la habitación, la tabla deletreó dicho nombre.
De acuerdo con la leyenda, la ouija les dijo que —la verdadera— Alice Cooper fue una bruja nacida en febrero de 1623 en Sussex, Inglaterra. Fue una hija de padres adinerados que escuchaba voces que nadie más podía oír, siempre riendo en secreto como si supiera la respuesta a alguna broma cósmica. Educada por su hermana mayor en la magia y el uso de plantas extrañas que crecían en el bosque, así como de palabras antiguas que podrían causar truenos y hacer arder fuego, Alice fue culpada de causar el incendio en el que murieron sus padres cuando ella tenía doce años; un año después fue testigo de la quema en la hoguera de su hermana, acusada de bruja por los aldeanos, y aparentemente se suicidó una semana más tarde. El nombre les gustó porque sonaba inofensivo y hacía contraste con la imagen y la música de la banda.
Otro popular rumor dice que Alice Cooper le arrancó la cabeza de un pollo y bebió su sangre durante su presentación en el Toronto Rock and Roll Revival Festival en 1969. Vincent refirió años después que alguien de la audiencia aventó un pollo vivo al escenario y él, un joven de ciudad que no sabía nada de animales de granja, supuso que el ave volaría si la aventaba hacia la gente: el pollo simplemente cayó en la multitud y fue pisoteado por la audiencia eufórica. Alguien inventó lo de la cabeza y que había bebido su sangre. Cuando quiso aclararlo frente a los medios, Frank Zappa le aconsejó que no lo hiciera: era mejor para su carrera si la gente creía que era cierto.
Alice, quien ha tenido en su showa invitados como Vincent Price, actor que interpretó a Drácula y a otros monstruos en filmes de terror, o ha tenido en su banda a los que alguna vez fueran músicos de Lou Reed, ha provocado indignación al ser acusado de promover el sexo y la violencia. Él, mientras tanto, acusa al público de falso porque la violencia está en todo ser humano. Cooper se ha roto las costillas en accidentes colgando sobre el escenario, el Parlamento Británico intentó impedir sus actuaciones y hasta el FBI prohibió la portada de su álbum Billion Dollar Babies, que mostraba al grupo sumergido en un millón de dólares, pero fue cambiada debido a una ley que prohíbe publicar fotos en color de la moneda estadounidense para evitar falsificaciones.
No obstante, más allá del denso delineador de ojos, el circo de los medios de comunicación y la camisa de fuerza salpicada de sangre, como la del protagonista de la novela El curioso caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson, escrita en 1886, Vincent Fournier podría ser una representación del Trastorno de identidad disociativo, pues a diferencia de Alice Cooper, la persona detrás del personaje es un hombre de familia, culto, religioso y de gustos exquisitos a los que puede acceder gracias al fruto de su exitosa carrera.
La pasión de Cooper por el golf es muy conocida. Juega tan a menudo como puede, participa en torneos Pro-am de manera regular, y le gusta tanto que incluso ha escrito un libro sobre esta disciplina. Su forma actual de vida parece estar dividida entre la música y el golf, dedicándose a giras de conciertos de junio a diciembre, y a jugar torneos de golf por todo Estados Unidos entre enero y mayo.
Cada año organiza un torneo, el Alice Cooper Golf Tournament, y un showal que ha llamado Xmas Pudding (Pudín de Navidad), en beneficio de una asociación de caridad que él y su esposa Sheryl crearon en 1995: Solid Rock Foundation, un centro que permite a niños y a adolescentes descubrir su pasión por medio de la música, la autoexpresión y su creatividad. En enero de 2002, Alice anunció un convenio con el equipo de la Mongomery Race para patrocinar al piloto Chase Mongomery, número 27 en las carreras de Nascar. Es, además, propietario de su famoso restaurante-bar deportivo, Cooperstown, que abrió desde 1988 en Phoenix, Arizona.
A pesar de ser hijo de un pastor mormón, durante mucho tiempo se asumió en contra de la religión, pero ha admitido públicamente su fe como cristiano re-nacido, luego de librarse del alcoholismo que lo atormentó a lo largo de muchos años.