La ciudad de Zadie Smith

El paso del tiempo suele tener un efecto poco satisfactorio cuando regresamos al pasado y nos damos cuenta de que seguimos aún muy lejos de alcanzar la felicidad. Es común sentir que la vida se ha estancado y sumarle a esta insatisfacción la presión que ejerce la edad. Tener una familia, un trabajo, haber cumplido tus sueños, pero todo a cierto plazo. Si tus padres se casaron a los veinte, tú que tienes treinta por qué no lo has hecho. Y qué sucede cuando en el proceso caes en cuenta de que probablemente sigues siendo el niño que creíste haber dejado en el pasado, el que observas en una fotografía, y que ahora, más que nunca, quisieras que las cosas no cambiaran.

Zadie Smith, en “NW London”, explora la vida en crisis de una sociedad multicultural que creció con la idea de un promisorio futuro y que, evidentemente, no ha ocurrido ni ocurrirá jamás.

Los personajes de “NW London” se desenvuelven frente a dilemas existenciales en un mundo corrompido que, sin embargo, aprecian con toda y su extravagancia. Se trata de una historia hecha de historias. La de Leah, por ejemplo, es la de una mujer que trata de encontrarse a sí misma a raíz de un conflicto que enfrenta en torno a la maternidad. Leah tiene 35 años, vive con su pareja y se aman; éste desea tener hijos. Mientras que ella, quien ya se ha practicado un aborto, no entiende por qué la necesidad de cambiar las cosas, por qué no pueden quedarse como están. “La verdad es que ella había creído que estarían desnudos bajo las sábanas para siempre y que nada se les vendría encima jamás, nada salvo la satisfacción. ¿Por qué debe avanzar el amor?” Es la presión de tener un hijo, porque todo lo demás está ahí, listo, incluyendo el reloj biológico que corre, así que no puede fingir que no estaba avisada, se dice.

Desde el año 2000, el nombre de Zadie Smith resuena en el medio literario, su primera novela, “Dientes Blancos”, publicada en ese año, fue aclamada por la crítica literaria. A la autora londinense se le ha comparado con Dickens, también de origen inglés, comparación que por sí sola es uno de los más grandes halagos que se le pueden hacer a un escritor. Como novelista ha sido reconocida con varios premios, entre ellos el Man Booker Prize en 2005. Pero entre sus publicaciones no sólo están sus novelas, sino también sus asiduas participaciones como ensayista para diversos medios, lo que la ha mantenido presente. Por estas y otras tantas razones, “NW London”, su más reciente novela, ha sido esperada por muchos, especialmente la traducción en español, a cargo de Javier Calvo bajo el sello editorial Salamandra.

Menciono todo lo anterior porque algo que resulta particularmente interesante de esta novela es que si has leído a Zadie Smith como ensayista, seguramente encontrarás un evidente reflejo de esa voz. “NW London” trata varias historias a través de diversas voces que monologan gran parte del tiempo, y es mediante éstas que se descubre una comunidad multicultural en la que habitan personajes que luchan en búsqueda de su propia identidad.

Se trata de la representación de lo que sucede, precisamente, con las ciudades, especialmente con las grandes, que se conforman de gente con procedencias, culturas y religiones distintas. Un ambiente contaminado, y no necesariamente en sentido negativo, de otros orígenes, de otras historias, por ejemplo, de los ancestros que emigraron. Y como bien se sabe, la mayoría de las migraciones se dan en situaciones adversas, un pasado del que es difícil deshacerse. En este sentido, se observa en la novela que los personajes viven también afectados por ese pasado reinterpretando en las relaciones que establecen entre ellos, en las etiquetas que elaboran, como clichés, de razas y clases sociales. Esto es lo que sucede con Leah, cuando le abre las puertas a una mujer que pide ayuda desesperadamente y que luego de darle el dinero desaparece, una gitana drogadicta, le dicen. “¡Hay que trabajar muy duro para alejarse del drama que uno tiene detrás! Y ahí voy yo: no quiero que entre en mi vida. Pero eso justamente es lo que haces tú, el ejemplo perfecto, esa chica, la dejas entrar…”

“NW London” es la ciudad observada por Zadie Smith. Sus personajes son detallados y aquí es donde se puede ver también a Dickens. Los dos grandes ejes del libro, el multiculturalismo y, al mismo tiempo, la alienación se leen en diferentes circunstancias. El choque generacional, por ejemplo, no sólo pesa en la novela para los jóvenes que cargan con su pasado, sino también para los viejos, como Lloyd y Barnesy, que hablan con Felix, hijo del primero, como si fuera imposible dialogar y entenderse.

Un realismo que se distingue no desde el que lo experimenta, sino desde el que lo observa, como sucede en la actualidad con los medios digitales. Se podría decir que Zadie Smith, en esta novela, tiene lo que señala Barnesy de la madre de Felix: “Tenía algo que a la mayoría de la gente le falta: curiosidad. Puede que no siempre tuviera las respuestas correctas, pero por lo menos se hacía las preguntas.” 

Por Perla Holguín

 

Imagen: Portada del libro “NW London”, de Zadie Smith.
Mascultura 24-Abr-14