Black Music: Free Jazz y Conciencia Negra 1959-1967
La influencia de Amiri Baraka como escritor y dramaturgo, poeta, crítico de jazz, crítico social y provocador político es tan vertiginoso y omnipresente que es difícil decidir por dónde empezar. De hecho el desarrollo de Barak en la documentación.
“Yo escribía notas para discos, y artículos para revistas como Down Beat, Metronome, Jazz Review, y otras más vanguardistas como Wild Dog de Ed Dorn o Kulchur de la que fui editor. La mayor parte del tiempo actuaba como un difusor entusiasta de los músicos, ya conocidos, que consideraba más importantes, como Sonny Rollins, Miles Davies, Roy Haynes, Billie Holiday, pero especialmente de la música transportadora de Thelonious Monk y John Coltrane”.
Pero la música y los músicos que escuché en estos años era los portadores de la nueva era: traían la revolución y aquello que todavía no había llegado.
La mayoría de los críticos de jazz, han sido americanos blancos, mientras que los músicos más importantes no, y resulta obvio porque hay apenas dos o tres críticos o escritores negros que se ocupan del jazz, si uno entiende de que hasta relativamente poco los negros que podrían haber sido críticos, aquellos provenientes de la clase media negra.
Entrevista a Amiri Baraka
Ganarse la lotería Hipster
Por: Calvin Reid editor de Publishers Weekly 2009.
Usted ha dicho que la música negra se volvió música “americana cuando la aprendieron los blancos. ¿Podría hablar de la americanización de esa música?
Mientras fue esencialmente música de esclavos, o un grupo del gueto de modo que nadie que no fuera parte de él podía experimentarla o aprenderla, estaba muy restringida. Pero en cuanto la comunidad del arte tuvo acceso a ella, entonces se volvió música “norteamericana” Tengo un libro llamado Diggins; The Afro-American Soul of American Classical Music. Que lleva esta idea a otro nivel.
¿Dónde vivió usted esta época?
Vivía al lado del Five Spot. Primero llegaron los pintores a esa zona. Luego llevaron a ciertos músicos, y se transformó en un espacio artístico. Lo de MonK-Coltrane fueron cuatro semanas más o menos, en las que tocaban todas las noches, a un par de pasos. Se percibe ese tipo de creatividad en el ambiente.
Sus ensayos no son solo analíticos o históricos, eran también muy vividos y muy sociales.
Sí, eso es importante si uno es artista: la actualidad de las cosas, en todas sus dimensiones: los aspectos artísticos y las dimensiones sociales y el contexto de lo que está ocurriendo, todo junto. Los artistas deben acercar lo que está ocurriendo al entendimiento de sus lectores.
Muchos de estos músicos venían de una formación musical muy tradicional.
Sabían que si tenían experiencia, podían empézar a mirar hacia otra parte. Monk y Trane venían de la música de iglesia, ¿no? Y del blues, de lo viejo sale nuevo.
¿Ve usted algún intercambio entre la generación del hip hop y los músicos de jazz?
Habría que ver qué tipo de intercambio. Sé que hubo un disco con Olu Dara y su hijo Nas, el rapero. Quizás puede ser un nuevo paradigma de algo.
Editorial Caja Negra, Black Music Free Jazz y Conciencia Negra 1959-1967
MasCultura 12-ene-017
@UlyssesAvath