Elena es más que dos veces única

Hay pocas escritoras mexicanas tan reconocidas como Elena Poniatowska tanto en el ámbito nacional como internacional. El tiempo no ha podido arrancarle la sonrisa que han conocido grandes personajes de la cultura en nuestro país como Carlos Monsiváis, José Revueltas, Leonora Carrington, Tina Modotti, Guillermo Haro y Guadalupe Marín.

Dos veces única es el motivo por el que el Anfiteatro “Simón Bolívar” del Antiguo Colegio de San Ildefonso reluce lleno de gente, lleno de rostros impacientes que murmuran, hasta que, ataviada de blanco y amarillo, la escritora emerge, para compartirnos unas palabras sobre su novela más reciente, un texto biográfico sobre Guadalupe Marín, escritora, modelo, mujer obstinada, pareja de Diego Rivera y, posteriormente, del poeta Jorge Cuesta.

Entre palabras de Guadalupe Rivera Marín, hija del prestigioso muralista, Diego Rivera y Guadalupe Marín; Diego Julián López Rivera, Javier Aranda Luna y la autora, podemos entrever el largo proceso de escritura necesario para la novela; no únicamente el trabajo de investigación, sino la experiencia misma de Poniatowska en el trato con su homóloga. Asimismo, el trabajo de la también autora de Tinísima y Leonora, intenta dar cuenta del México convulso que marcó la vida de Marín y viceversa: la forma tan peculiar de marcar ella la vida, la historia y la cultura de nuestro país.

Pareciera que entre los recuerdos de familiares y amigos, Guadalupe se uniera a la conversación, a la rememoración de lo que fue y dejó: ella, dos veces única y dos veces representada en el mural “La creación”, que plasmó Diego Rivera en la pared de fondo del “Simón Bolívar”, y que ahora enmarca la plática y flanquea la mesa donde sus conocidos la evocan: el canto y la fortaleza de una mujer, no de cualquiera, de Guadalupe Marín, a quien le reconocieron su carácter duro y su temple inquebrantable.

Dos veces única alude a la novela escrita por Marín en 1938: La única. Es en esta novela de Poniatowska donde se reúnen y dialogan las memorias y las vivencias de dos mujeres como pocas, que han dejado una huella singular, casi exclusiva, porque, a final de cuentas, Elena es más que dos veces única.

Mascultura 09-oct-15