Escritores en dos ruedas

La bicicleta se ha posicionado como un vehículo de infinitas posibilidades. Quien se monta en ella sabe que le espera un viaje sin igual. La experiencia que la bici nos brinda es un paso a la libertad, a disfrutar los caminos y consumar un encuentro con todo aquello que nos rodea y muchas veces no prestamos atención. Lo mismo sucede con la lectura: los cuentos y novelas tienen la cualidad de transportarnos a distintos espacios. Nos muestran mundos ajenos al nuestro y personajes fascinantes. Nada vuelve a ser como antes después de leer una gran novela clásica o de sumergirnos en los íntimos versos de los mejores poetas.

Naturalmente la escritura y la bicicleta son dos formas de despertar innumerables emociones. Este punto de unión no es ninguna novedad para la escena literaria, ya sea en entrevistas, cuentos, ensayos, crónicas o diarios, hemos encontrado alguna referencia a este popular medio de transporte. A continuación les presentamos una lista de los escritores que complementaron perfectamente su amor por las letras con una bicicleta.

1.- Ernest Hemingway. El célebre autor de obras como “El viejo y el mar” y “Adiós a las armas” sentía una inmensa admiración por el gremio de los ciclistas. Disfrutaba tanto esta disciplina que hasta le dio lugar en las páginas de “París era una fiesta”, en donde el norteamericano narra sus paseos en bicicleta por los bulevares, las carreras en el Vélodrome d'Hiver o su pasión por el Tour de France.

2.- Julio Cortázar. El escritor argentino, que este año cumpliría 100 años de vida, guardaba una cercana relación con este popular vehículo. Cortázar encontró belleza en este aparato al que llega a humanizar en “Vietato introdurre bibiclette”, su relato dedicado a las bicicletas, publicado en “Historias de cronopios y famas”.

3.- H.G. Wells.“Cuando veo a un adulto en bicicleta, no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana”, era lo que solía decir uno de los precursores de la literatura de ciencia ficción y autor de obras como “La guerra de los mundos” y “El hombre invisible”.

4.- Miguel Delibes. El novelista español y miembro de la Real Academia Española, era otro apasionado por los velocípedos. Y lo demuestra en un relato que lleva por nombre “Mi querida bicicleta”, este texto forma parte de los nueve capítulos de “Mi vida al aire libre (Memorias deportivas de un hombre sedentario)”, autobiografía en la que Delibes hace un balance entre memoria, vida y deporte: desde su temprana pasión por el fútbol, pasando por las primeras salidas al campo con su padre hasta la singular relación entre amor y ciclismo.

5.- Bernardo Axtaga. Considerado como uno de los mejores escritores en lengua vasca de los últimos 50 años, Axtaga también gusta de los placeres que andar en bicicleta provoca.

Existen otros autores que también eran seguidores de este binomio deportivo-cultural, como León Tolstoi, de quien se dice, que aprendió a montar bicicleta hasta los 67 años. O también Sylvia Plath y su afamada fotografía, donde aparece posando junto a su querida bicicleta a los 18 años. 

Por Orianna Martínez

Imagen: Julio Cortázar en bicicleta.
Mascultura 06-Mar-14