La idea no tan descabellada de Luigi Amara

En un mundo convulsionado como el nuestro, con tantos problemas apremiantes sobre los que reflexionar, el hecho de que “Historia descabellada de la peluca” haya quedado como finalista en el Premio Anagrama de Ensayo, nos muestra que se trata de un libro excepcional. No sólo por su estilo narrativo o por la infinita variedad de referencias a la cultura occidental (desde sus aspectos más sofisticados en el arte y la literatura hasta la vanalidad de la cultura pop norteamericana), se trata de un libro excepcional porque, a través de un objeto en apariencia insignificante, logra hacer una impensable y peculiar historia de los vicios y carencias de la humanidad.

Para el autor de “Historia descabellada de la peluca”, el mexicano Luigi Amara, la peluca podría ser el objeto insignia del sentido de la vida humana, por eso la enviaría al espacio, para que los marcianos supieran de nosotros. La peluca como postal de nuestras profundas y fieles obsesiones, que a lo largo de la historia ha significado poder, belleza, engaño y seducción. Además, si concordamos con Amara en que el cabello es una muestra de la desesperación humana, la peluca se vuelve la potenciación o enmascaramiento, según el caso, de esa desesperación existencial. Incluso, ante la calvicie y sus “estragos psicológicos”, adquiere una dimensión reparadora y encubridora de la pérdida de nuestra fuerza vital.

“Historia descabellada de la peluca” es una colección de ensayos que va hilando aspectos antropológicos e históricos con las motivaciones sociales y psicológicas que originaron y han dado sentido al uso de la peluca a lo largo de la historia humana. Es una dilucidación casi introspectiva y podría decirse que por ello es también, en muchos sentidos, casi antiacadémica, es decir, no se pretende objetiva ni rigurosa -aunque es a todas luces evidente que Amara realizó una investigación exhaustiva sobre el tema-.

Luigi Amara propone, por ejemplo, que la peluca no es sólo ocultamiento. Cuando el escritor británico Salman Rushdie tuvo que esconderse por la condena de muerte que pesaba sobre él, quiso pasar desapercibido usando una peluca pero pidió una que tuviera el mismo color de su cabello porque no estaba dispuesto a asumir otra personalidad. El miedo a no reconocerse en el espejo hizo que todo mundo lo reconociera debajo de la peluca que llegó a usar.

En cambio, el seductor Casanova estuvo siempre listo a volverse un nuevo personaje, bajo el riesgo permanente del ridículo, y la peluca se hizo un elemento imprecindible de su apariencia y su psicología, su manera de paliar el vacío de su propia personalidad.

Haciendo un recorrido por el Imperio Egipcio y el Romano, la Edad Media, la literatura, el cine y la cultura popular, y por la filosofía incluso, Luigi Amara se adentra a las complejidades de un objeto que ha sido impuesto y prohibido, que ha significado belleza y posición social. Un objeto que ha sido socialmente significante a la vez que constituyente de profundas fijaciones personales, que ha sido el anhelo libidinal materializado. Así es la historia de la peluca como un entramado de “apariencias y signos” que parece haber tomado vida propia y que ha gozado de “una voluntad fantasmagórica” a lo largo de nuestra historia.

"Historia descabellada de la peluca", Luigi Amara, Anagrama, 2014.

Por: Marco Lara

Mascultura 12-Dic-14