El Bueno, el Malo y el Feo

“En este mundo existen dos clases de hombres: los que cargan pistolas y los que cavan”, le dice Blondie a Tuco, al término de una de las mejores escenas jamás filmadas en la historia del cine. Sergio Leone, director de El bueno, el malo y el feo (1966), creó tres nuevos arquetipos —no sólo los que usan armas y los que cavan—, quizás alejados del refinamiento del héroe, del sabio o de la sombra, pero igual de válidos y reconocibles. Se trata de tres modelos poderosos, universales, capaces de traer a la mente de cada uno de nosotros, a partir de nuestra experiencia, conocimiento y gustos, las más variadas formas, recuerdos e imágenes. No es gratuito que en muchas situaciones de nuestra vida preguntemos quiénes son los buenos, quiénes los malos, y que nos refiramos como feos a aquellos que nos desagradan. Entonces nos dimos cuenta que ese título sencillo y a la vez complejo nos permitiría crear un número utilizando la fuerza de cada figura.

Por otro lado, la imagen del bueno encaja con la del héroe, con la del ser humano que intenta impulsar cambios políticos, culturales y sociales mediante medios pacíficos, como Gandhi, Martin Luther King, John Lennon o Nelson Mandela, especies de nuevos héroes que se enfrentaron a fuerzas oscuras y obstáculos que parecían insalvables y lograron triunfar, al menos dejando un ejemplo y un legado, a pesar de la adversidad.

La maldad, la otra cara de la moneda, posee grandes exponentes literarios. En este caso elegimos representantes femeninos: la cocinera de Himmler, la niña mala de Mario Vargas Llosa; Antichrista, de Amelié Nothomb, y a la enfermera Ratched, a quien seguro recuerdan haciéndole la vida imposible a McMurphy y a los demás pacientes del manicomio de esa gran novela titulada Alguien voló sobre el nido del cucú.

En el caso de los feos, y aquí puede existir polémica porque en cuestiones estéticas es muy difícil que se logren consensos, creemos que Frankenstein, Barba Azul, Eso (sí, el payaso sanguinario de Stephen King) y Hitler (protagonista de la novela Ha vuelto, lectura para desternillarse de risa) son dignos exponentes de esta característica nada envidiable. Aunque, como dicen, la suerte de la fea…

Para completar este número, entrevistamos a dos autores: al colombiano Jorge Franco, ganador del Premio de Novela Alfaguara 2014 con El mundo de afuera, cuya trama, coincidentemente, es protagonizada por tres personajes que se ajustan a los modelos de Sergio Leone, e incluye un verdadero castillo medieval en plena ciudad de Medellín. El segundo autor es Pedro Arturo Aguirre, autor de Historia Mundial de la megalomanía, galería de personajes malos, malísimos, dictadores sanguinarios, presidentes crueles, dirigentes enloquecidos de poder que han conducido a sus países a destinos terribles.

Antes de darle vuelta a la página, ¿quién quieren ser? ¿Blondie? ¿Tuco? ¿Blue eyes? ¿Llevan pistola? ¿O prefieren ponerse a cavar?
 

Mascultura 05-Sep-14