Vida. Memorias Keith Richards
Este volumen de memorias de una de las estrellas de rock más adoradas y respetadas del mundo se esperaba desde hacía años. Y hay que decir que las expectativas están cabalmente cumplidas: anécdotas de los años salvajes o, al menos, las que el indomable Richards consigue recordar…, reflexiones tan lúcidas como hilarantes, confesiones inéditas y alguna que otra indiscreción relacionada con Mick Jagger, su eterno cómplice al frente de The Rolling Stones.
El aludido disiente con irónica sonrisa, otros insisten, y este libro viene a aclarar posibles malentendidos. Porque aquí se disipan varias nieblas (transfusiones, efusiones, agresiones, etc.) y se presentan finalmente los hechos que el foco de la leyenda había nublado: el uso y abuso de sustancias tonificantes o estupefacientes no adquiridas en farmacias; los encuentros, desencuentros y encontronazos con gendarmes de diferentes países; la empedernida coalición con Mick Jagger; los intermitentes, y a menudo explosivos, contubernios con personajes como Dylan, Lennon, Clapton, McCartney, Marley, Berry o Bowie, por citar a algunos de los más ruidosos; los amoríos pasajeros, las semanas de pasión y los dos amores contumaces (Anita Pallenberg y Patti Hansen); Pero al final, más allá del ruido y la furia (que, como es de rigor, nada significan) emerge la música de los Rolling Stones, esa incesante banda sonora que acompaña nuestras convulsiones desde hace casi medio siglo.