El Met pone al descubierto la desconocida faceta pictórica de Richard Serra

El Museo Metropolitano de Nueva York expone desde hoy la primera retrospectiva jamás centrada en la pintura de Richard Serra, con la que pone al descubierto la desconocida faceta pictórica de uno de los estandartes de la escultura de vanguardia.

"Esta es una oportunidad para que la gente conozca una parte de mi trabajo con la que probablemente no están familiarizados", dijo el propio Serra, quien ha llevado el minimalismo monumental de su escultura también a la pintura, con lienzos de grandes dimensiones que quedan abiertos a la mirada del espectador.

Más de 40 años de experimentación con la pintura cuelgan de las paredes del Met neoyorquino a partir de hoy, donde a través de 43 obras y 23 cuadernos de bocetos, "La Pintura de Richard Serra: Una retrospectiva" muestra las innovadoras técnicas e inusuales medios con los que el artista estadounidense se ha sumergido en este arte.

A pesar de que Serra (San Francisco, 1939) asegura que su pintura forma un "cuerpo de trabajo independiente", la estudiada relación con los espacios que predomina en su escultura también queda patente en sus dibujos, que interactúan con los ambientes hasta tal punto que uno de ellos, "Union", ha sido concebido específicamente para la sala en la que se expone en el museo neoyorquino.

La muestra es un recorrido temporal que estudia las diferentes etapas que ha vivido la creación del artista desde los dibujos de menor tamaño de los años 70, hasta las grandes dimensiones que utiliza hoy en día, aunque ninguno pierde a su protagonista central, el casi invariable negro, que para Serra lejos de ser un color es un material, con peso y que, por tanto, responde a las leyes de la gravedad.

"Por la naturaleza de su peso, forma, localización, llanura y delineación a lo largo de sus bordes, los lienzos negros me permiten definir los espacios dentro de una estructura arquitectónica dada", dijo el autor sobre estas pinturas, de las que cree que su "peso" no se deriva "solamente del número de capas de pintura, sino principalmente de la forma específica del dibujo".

En sus inicios, este premio Príncipe de Asturias de las Artes realizaba bocetos sobre papel, principalmente con tinta, carboncillos o ceras, pero con los años fueron evolucionando para dejar de ser meros esbozos y convertirse en piezas artísticas autónomas.

La primera de esas pinturas independientes que creó a gran escala fue la serie "Installation Drawings", unas monumentales piezas que realizó hacia mediados de los 70 y que llegan a ocupar de suelo a techo las salas del museo neoyorquino.

Esa serie de dibujos, que el artista reconoce que son bastante desconocidos para el público, marcaron un cambio radical en su concepción de la pintura y su interacción con la arquitectura, de tal manera que las obras de esa época "controlan el espacio de salas enteras y alteran la percepción de éste", según explican los comisarios de la muestra.

El artista, hijo de español y ligado a ese país no solamente por su sangre sino también por sus obras, que se encuentran en museos como el Guggenheim de Bilbao o el Reina Sofía de Madrid, continuó su experimentación con la pintura en los 80, como se puede ver en sus dípticos "No mandatory patriotism" y "The United States destroys art" (1989), y no ha cesado hasta la actualidad.

Por ejemplo, su reciente serie "Solids" (2007-2008) utiliza una técnica de acumulación de pintura negra sobre papel "extremadamente densa, de forma que casi la totalidad de la superficie de éste queda cubierta por una capa de pigmento viscoso", según los organizadores de la exposición.

"La gente puede haber visto mis dibujos en parte, pero nunca en su totalidad como aquí", expresó Serra, cuyas pinturas no son la única faceta artística desconocida que se descubre en esta exposición, ya que para completar la retrospectiva el museo mostrará cuatro películas realizadas por el artista en 1968, "Hand Catching Lead", "Hand Lead Fulcrum", "Hands Scraping" y "Hands Tied".

Nueva York, 13 abr (EFE)