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Navegante del cosmos, ingeniero del alba; Entrevista con Rodolfo Neri Vela

La imagen del Universo, la configuración de la historia futura y el escenario del cosmos nos llevan al sentido de la vida. Descubrimos que hay mapas astronómicos y es casi poético percibirlo, el tiempo es una dimensión correspondiente al presente, y futuro y pasado coexisten en un continuo espacio temporal. En nuestra etapa terrestre encontramos procesos infinitamente complejos que nos harán pensar: ¿por qué recordamos el pasado, pero no el futuro? ¿Por qué el tiempo va hacia delante? ¿Está relacionado con el hecho de que el Universo se está expandiendo?

Hoy sabemos que nuestra galaxia es sólo una entre las aproximadamente cien mil millones de ellas que pueden verse con telescopios modernos, y que cada galaxia contiene aproximadamente cien mil millones de estrellas. Vivimos en una galaxia que tiene cien mil años luz de diámetro y que va rotando lentamente en el tiempo. Las novelas cumplieron su condición profética: Julio Verne, con el poder de la imaginación, fue a la Luna y estuvo veinte mil lenguas por debajo del mar mucho antes de que se inventaran cohetes y submarinos, y actualmente hay muchos hombres que han visitado el espacio, incluyendo a un mexicano: Rodolfo Neri Vela, primer astronauta de México, participó en la Misión STS-61B del Transbordador Espacial Atlantis a cargo de la nasa. Despegó el 26 de noviembre de 1985 y participó en un viaje espacial con una duración de siete días volando alrededor de la Tierra, realizando experimentos diseñados por científicos mexicanos. Cursó la licenciatura, maestría y doctorado en Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el área de Telecomunicaciones, y en Reino Unido en la Universidad de Essex y Birmingham obtuvo el grado de Doctor en Radiación Electromagnética. Su desarrollo lo ha encaminado a la docencia e investigación. Aplicando su conocimiento ha publicado libros en español e inglés sobre divulgación científica y tecnología espacial: La exploración y el uso del espacio, Líneas de trasmisión, The Blue Planet. A Trip to Space, Emergency Mission to Mars, entre otros. Se ha desarrollado como profesor de Telecomunicaciones de la División de Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Su amplia experiencia lo llevó a colaborar en el diseño de la estación espacial Alfa de la Agencia Espacial Europea y en la creación de la Agencia Espacial Mexicana.

Recuerdos del futuro…
¿De qué manera recuerdas la emoción y la experiencia de ese momento a casi treinta y un años de tu misión espacial?

Regresé a México después de doctorarme en Inglaterra y aún no se estrenaba el famoso transbordador, daba clases en la UNAM, trabajaba en un centro de investigación en Cuernavaca, de investigaciones eléctricas, y colaboré con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en la primera etapa de planeación para el uso del satélite Morelos II. Un día llega la noticia: México firma un convenio con Estados Unidos y se busca un astronauta mexicano; me llamó la atención porque las naves espaciales se usaban para llevar satélites al espacio y ponerlos en órbita baja y yo soy especialista en satélites de telecomunicaciones. Además, la nasa sonaba extraordinario.

No ha habido más astronautas mexicanos
¿Volverías otra vez al espacio en una nueva misión?

En el caso de México no ha habido otra segunda oportunidad para seleccionar a un astronauta nacional que nos represente en una misión espacial. En ese sentido me considero muy afortunado, en el momento histórico en que esto ocurrió yo estaba en condiciones físicas adecuadas y cumplía con los requisitos para la misión espacial. Si hoy saliera una convocatoria no podría participar porque no estoy en condiciones de ganar; asesoraría al que fuera seleccionado.

Responsabilidades
¿Cuál fue el entrenamiento antes de viajar al espacio?

Yo era como un embajador ante la nasa y las relaciones exteriores eran muy importantes. En la nasa me recibieron con las puertas abiertas y mis compañeros de tripulación fueron muy profesionales. Tenía un entrenamiento de muchas horas al día. Obviamente también tuve que entrenarme con los científicos mexicanos que habían diseñado los experimentos que íbamos a realizar en el espacio. Ellos fueron a Houston y teníamos reuniones en los simuladores y también en el orbitador.

Las sensaciones de salir a órbita
¿Cómo viviste el conteo regresivo?

Llega el momento del despegue y la subida es tremenda, me daban ganas de bajarme, pero ya no se podía, se siente horrible. Créanme, aquel que se suba en una cápsula en la punta de un cohete va a sentir lo mismo o tal vez peor, porque a veces las aceleraciones de los cohetes son superiores.

Los experimentos y la misión en el espacio
¿De qué manera experimentaste las ciento nueve vueltas a la Tierra?

En órbita teníamos que hacer los experimentos sobre germinación de semillas de amaranto. Parecía muy simple pero era muy simbólico, porque las culturas prehispánicas veneraban al amaranto. Era el cereal sagrado, ellos pensaban que los dioses estaban hechos de eso. El amaranto casi no se conocía en el mundo. Poca gente sabía de su valor nutritivo y gracias a ese experimento el amaranto se conoció a nivel mundial. Otros experimentos más complejos eran cómo trasportan sus nutrientes los vegetales a través de las raíces y los tallos a pesar de que la gravedad desaparece, o la velocidad de reproducción de bacterias. Con un aparato que fue diseñado y armado por el Instituto Politéncnico Nacional (IPN) probé si con estímulos eléctricos se podía reducir el síndrome del espacio, para que uno se adaptara más rápido y no se sintiera tan mareado, especialmente el primer día en órbita. Tomé fotografías del territorio nacional para estudios de la unam, Pemex, inegi, y desde luego un experimento sobre el adelgazamiento de las piernas, porque hay muchos cambios fisiológicos en el organismo cuando la gravedad no está presente. Todo ello además de situar en órbita al satélite Morelos II.

El regreso a la Tierra
¿Cuáles son las consecuencias emocionales de ir al espacio?

La NASA había preparado un programa de entrenamiento muy intensivo para los primeros representantes de países amigos, como México y Canadá, normas establecidas por la propia NASA. Tuvimos exámenes psicológicos de distintos tipos para ver si emocionalmente estábamos capacitados para esa misión, y al ser seleccionado, se supone ya estás un noventa y nueve por ciento listo para superar emocionalmente todas las situaciones que se puedan presentar. En el ascenso se siente un poco de dificultad para respirar, pero dura poco, y en órbita es una sensación completamente diferente. Pero para lo que no te preparan es para el regreso. Tu vida cambia totalmente.

Infraestructura espacial en México
¿Por qué no hay astronautas mexicanos?

Desaprovechamos lamentablemente la oportunidad que tuvimos hace más de treinta años. Porque nuestras relaciones eran extraordinarias con la nasa, pudimos haber continuado con experimentos en el espacio. Pero en parte, para variar, el gobierno no le da continuidad a los proyectos y tampoco había una unión, un intercambio fuerte entre las instituciones de educación superior del país. El terrible accidente de la nave Challenger complicó las cosas después de nuestra misión, la nasa dejó de hacer vuelos y misiones cerca de tres años, y cuando los reanudó no llevaba astronautas de otros países hasta que todo se normalizó. Pero también ha habido falta de voluntad política para que México sobresalga en desarrollo de tecnología propia.

Implementación de interés científico y espacial en el país
¿De qué manera has implementado su trabajo en la ciencia básica?

He hecho muchas cosas en treinta años. Aparte de la docencia y divulgación científica, el Conacyt en su momento me pidió que fuera conductor de su programa científico televisivo Cambio. He sido invitado por el canal NatGeo, grabé programas y entrevistas del tema espacial con los mejores científicos mexicanos en la televisión de Puebla. El Conacyt también me pidió un libro para niños sobre astronomía y así nació El pequeño astronauta.

El campo actual de la ingeniería
¿Cómo ves el sector de la ingeniería y la industria en México?

Creo que los gobernantes se han conformado con traer empresas extranjeras que hagan plantas para generar trabajos y empiezan a exportar pura maquila. No hay una inversión fuerte y además no existen controles que exijan eficiencia para la investigación científica en México o el desarrollo de propuestas tecnológicas, falta una política o un programa nacional fuerte, sólido, serio que acabe con esos clubes de amigos. La productividad es muy baja y el mundo va a paso acelerado. Hay que hacer cambios a nivel nacional.

La actualidad en tecnología espacial
¿Cuál es su opinión sobre Juno, la sonda enviada a Júpiter?

La llegada de la sonda interplanetaria Juno fue un éxito rotundo de la nasa, tardó cinco años en llegar. Si no se hubieran hecho las maniobras a tiempo y con la precisión necesaria se hubiera ido de frente, no hubiera podido entrar en órbita porque Júpiter es un planeta con una fuerza de gravedad muy grande, el triple de la gravedad terrestre. Y afortunadamente se colocó en la órbita deseada porque ya antes había llegado la sonda Galileo, que también se convirtió en satélite y orbitó Júpiter. Ahora Juno está sobrevolando los polos, que son zonas muy interesantes, de radiación muy intensa, porque en los polos norte y sur se concentran las líneas de fuerza magnética y la radiación puede dañar todos los componentes electrónicos y alterar la información que se manda a la Tierra. Las velocidades de transmisión tienen que ser muy bajas para que se introduzcan pocos errores y se proteja lo mejor posible la información. Juno es el primer artefacto impulsado por energía solar en la historia que cruza el cinturón de asteroides, pero las celdas solares también se van deteriorando con el paso del tiempo por la radiación. Por ello la nasa ha programado esta misión para año y medio aproximadamente en órbita alrededor de Júpiter, treinta y siete vueltas, pero a lo mejor dura más tiempo. Ha sido un éxito extraordinario para la humanidad y nos dará mucha información sobre Júpiter y posiblemente sobre los orígenes del propio Sistema Solar.

Un imaginario constante al presente siglo nos permite citar la frase del poeta Stefan George “Siento el aire de otro planeta” ¿Llevaste algo al espacio? ¿Algún libro, música?
Los libros pesaban mucho, pero llevaba algunos casetes de música folclórica mexicana, boleros y temas de compositores mexicanos clásicos como Agustín Lara. No leía más que los manuales, y en el tiempo libre prefería ver la Tierra, las estrellas, reflexionando sobre esa maravillosa experiencia.

Pablo Neruda dice “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos” ¿Qué letras te acompañan y actualmente que estás leyendo?
Mientras más leamos, más cosas vamos a conocer y más difícil va ser que nos engañen. Actualmente estoy leyendo todos los libros que se pueden encontrar en las Librerías Gandhi.

El sonido cósmico y el origen de la música
¿Cómo se escucha el espacio?

En el espacio el sonido no se propaga, no sabemos por qué, se dice que estamos en el vacío del espacio.

La ciencia ficción desde la ciencia ¿Percibes que la ciencia ficción es más notoria que la ciencia?
El cine nos brinda una probada de lo que podría ocurrir en muchos años hacia delante. La ciencia ficción es una herramienta importante, se ha comprobado que no precisamente en las fechas especificadas se han logrado cosas que parecían inimaginables, como el que hoy cualquiera pueda tener un aparato pequeño que permite hablar, navegar, tener un gps y tener toda la información que quieras, además de tomar videos y fotos. El espectro electromagnético es superreducido, entonces la magia de poner todos esos enlaces en una banda de frecuencias tan pequeña parece algo maravilloso.

Por Ulysses Avath

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