El arte de editar con sentido: 25 años de Nostra en palabras de Mauricio Volpi
Por Victor Ruiz
Mauricio Volpi, ingeniero industrial y lector apasionado, ha guiado a Nostra Ediciones durante 25 años con una visión inquebrantable: crear libros que sean tan bellos como significativos. Desde sus inicios como impresor en 1999 hasta la consolidación de la editorial en 2004, Volpi ha apostado por un catálogo que desafía las modas y honra la calidad. En esta conversación, nos comparte los orígenes de Nostra, los retos del mundo editorial y la esperanza de que cada libro sea un legado duradero.
Mauricio, Nostra Ediciones celebra 25 años. ¿Cómo nació este proyecto? ¿Fue un acto de urgencia, desobediencia o deseo de contar historias de otra manera?
Surgió de una mezcla de todo eso. Antes de Nostra, dirigía una imprenta, Impresto, desde los 17 años. En 1999 conocí a Alejandro Magallanes, diseñador brillante. Juntos hicimos agendas y calendarios, como uno sobre la muerte, que desató reacciones viscerales: desde críticas hasta elogios de un ejecutivo de Coca-Cola. Ahí entendí el poder de lo impreso. En 2004, con una amiga filósofa, formalizamos Nostra bajo tres principios: libros hermosos, socialmente valiosos, y sostenibles.
¿Cómo supiste que este era el camino correcto? ¿Cómo manejas los errores?
Nunca se sabe del todo. Publicar es arriesgar. Nuestra colección Para Entender, con 70 títulos, comenzó en 2006, pero no siempre fue rentable. Aprendimos a elegir mejor los temas. Cada libro es como un hijo que ilusiona, aunque hoy moderamos las expectativas. En la fil Guadalajara 2004 vendimos 230 ejemplares del Adivinancero; fue un éxito en ese momento, aunque hoy medimos el impacto con otros ojos.
El ecosistema editorial ha cambiado. ¿Cómo se adapta Nostra a la era digital?
El libro no desaparecerá, pero vivimos una batalla desigual. La atención está dispersa por pantallas, resúmenes y algoritmos. El reto es mantener la relevancia: apostamos por presentaciones dinámicas, formatos híbridos y una defensa constante del libro como objeto insustituible.
¿Qué colecciones crees que definen el espíritu de Nostra?
Tres: Recreo, que comenzó con el Adivinancero y celebra la imaginación; Historias de Verdad, en colaboración con Alejandro Rosas, para contar la historia con rigor y emoción; y Para Entender, textos breves y poderosos que acercan temas complejos. Son nuestras joyas.
¿Qué enseñanzas te dejó tu primer libro, Adivinancero?
Fue una locura hermosa. Lo produjimos en 15 días para fil Guadalajara. Yo esperaba vender cinco mil ejemplares; vendimos 230. Pero ahí comprendí que el éxito va más allá de lo económico. Ese libro fijó el tono de Nostra: apuesta por la calidad, la colaboración y el sentido.
¿Cómo influyó tu formación como ingeniero industrial en tu mirada editorial?
La ingeniería me dio estructura y obsesión por la calidad. La maestría en negocios me enseñó que la sostenibilidad importa. Pero lo que más me marcó fue el trabajo colectivo, como No anunciar, un proyecto cultural con Magallanes. Ahí entendí que editar también es crear comunidad.
¿Qué papel ha jugado Alejandro Magallanes en la historia de Nostra?
Fundamental. Su mirada gráfica dio identidad a nuestros primeros proyectos. Me mostró que un libro puede ser una obra de arte. Su colaboración sigue siendo un pilar: el diseño, cuando es bueno, no sólo embellece, sino que potencia el contenido.
¿Cómo imaginas el legado de Nostra?
Me gustaría que los lectores recuerden nuestros libros como objetos que los tocaron emocional y estéticamente. Que alguien, años después, abra un libro de Nostra y diga: “Esto me cambió”. El tiempo juzgará el legado, pero nuestra misión sigue. Resistir, crear, conmover.
¿Qué consejo le darías a quien sueña con fundar una editorial hoy?
Paciencia. Visión. Y mucho amor por las ideas. Esto no se hace para hacerse rico, sino para dejar huella. Hay que abrazar el cambio sin perder el alma. Fundar una editorial es un acto de resistencia, pero también de fe.
Para cerrar, ¿qué esperas que sienta alguien al abrir un libro de Nostra?
Que lo conserve. Que lo recuerde. Que algo dentro de él se encienda. Que lo sienta suyo. Gracias a librerías como Gandhi —nuestro primer cliente y cómplice desde hace 25 años—, esos libros siguen encontrando manos dispuestas a leer con el corazón.+
Victor Ruiz es diseñador gráfico, coordinador de redes sociales y entrevistador. Apasionado por la ilustración y las historias que conectan. Siempre en busca de nuevas formas de comunicar tanto con imágenes, como con palabras.
