Permeabilidades: cuando la pintura deja de ser superficie y se convierte en materia viva
La muestra, inaugurada el pasado jueves 20 de noviembre, propone un cruce radical entre química y corporalidad a través de las obras de Leonor Hochschild y Llorenz Sendra.
La pintura, tantas veces entendida como una piel inerte atravesada por la mirada, se convierte en Permeabilidades: Intercambio entre lo químico y lo sensible en un organismo activo, impredecible y mutante. La exposición, que abrió al público el pasado jueves 20 de noviembre en la Galería Be By Bloom, propone una lectura expandida del medio pictórico: un territorio donde la materia reacciona, se tensiona y evoluciona con su propia lógica, más cercana a lo vivo que a lo estático.
Curada por Mónica Martínez, directora de Banana Contemporary, la muestra reúne las obras de Leonor Hochschild y Llorenz Sendra, dos creadores que, desde puntos casi opuestos, llegan a una misma intuición: la superficie pictórica es porosa, registra lo visible y lo invisible, acumula energía y memoria.
Un diálogo entre química y cuerpo
Las piezas de Leonor Hochschild funcionan como laboratorios silenciosos. En ellas, los pigmentos se fracturan, la resina se desplaza y la materia se reorganiza de forma autónoma. No es la artista quien impone la forma final, sino la reacción interna de los materiales. La obra, así, deja de ser representación para convertirse en testimonio de un proceso microscópico que continúa incluso cuando la pieza ya está colgada.
En contraste, Llorenz Sendra produce imágenes a partir de la intensidad física. Sus gestos —rápidos, concentrados, casi detonantes— imprimen en el lienzo una energía que no se disuelve, sino que permanece retenida en la superficie. La pintura se vuelve entonces registro de un movimiento, de un estado del cuerpo, de un impulso.
Martínez explica que “la exposición se plantea como una exploración de cómo dos cuerpos y dos lenguajes pueden habitar una misma materia”. Esa frase cobra especial relevancia en el corazón de la muestra: seis obras inéditas realizadas de manera conjunta.
La coautoría como experiencia de disolución
En estas piezas colaborativas, los materiales de Hochschild y Sendra se mezclan hasta volverse indistinguibles. Ya no importa quién ejecutó qué gesto ni cuál reacción pertenece a quién. La autoría se suspende; lo que importa es el proceso como lugar en común. Las obras resultantes parecen latir entre la reacción química y la huella corporal, borrando cualquier frontera entre técnica, gesto y accidente.
El proyecto se sostiene, además, en una estructura colaborativa más amplia: la alianza entre la Galería Be By Bloom y Banana Contemporary, que gestionó la exposición desde su concepción hasta el montaje final. Ambas instituciones presentan aquí una apuesta por formas de creación que escapan al individualismo y expanden las posibilidades materiales de la pintura contemporánea.
Dos trayectorias, una materia compartida
La exposición también funciona como un encuentro entre dos biografías artísticas muy distintas.
Hochschild (México, 1962), con formación en diseño y un caminar consolidado por la cerámica Rakú, la pintura experimental y la instalación, concibe los materiales como entes con historia. Su obra ha circulado en ferias y espacios de Europa, Asia y México, y se caracteriza por una atención obsesiva a la transformación física de la materia.
Sendra, artista plástico mexicano diagnosticado con autismo nivel 3, encontró en la pintura una vía temprana y genuina de comunicación. Su práctica, intuitiva y abstracta, ha generado exposiciones en México y Estados Unidos, además de impulsar Proyecto Espectro, una iniciativa dedicada a fomentar la inclusión cultural de personas autistas a través del arte.
Una pintura que respira
Permeabilidades no busca responder qué es la pintura, sino estirar la pregunta hasta que se vuelva irreconocible. ¿Puede un pigmento fracturado considerarse un gesto? ¿Puede un movimiento corporal provocar una reacción química? ¿Puede una obra ser de alguien si nace del diálogo entre materias que se resisten a la propiedad?
Las piezas no ofrecen afirmaciones, sino un campo abierto donde el espectador observa cómo la imagen se forma, se descompone y vuelve a surgir. La pintura, aquí, respira.
La muestra estará abierta hasta el 16 de enero de 2026 en la Galería Be By Bloom, en Avenida del Conscripto 13, Miguel Hidalgo, Ciudad de México.