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Recordaremos a Eduardo Hurtado, poeta de la memoria y figura clave de la edición mexicana.

Recordaremos a Eduardo Hurtado, poeta de la memoria y figura clave de la edición mexicana.

El poeta, ensayista y editor Eduardo Hurtado falleció este martes 16 de diciembre a los 75 años, según confirmó la Secretaría de Cultura federal y autoridades culturales de Baja California. Con su muerte, la literatura mexicana pierde a una de sus voces más finas y persistentes, un autor cuya obra exploró con rigor la memoria, la experiencia personal y el paisaje, y cuya labor editorial marcó a varias generaciones.

Nacido en Ciudad de México el 13 de octubre de 1950, Hurtado se formó en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Aunque su trayectoria estuvo vinculada a distintos espacios culturales del país, mantuvo una relación estrecha con el norte de México, particularmente con Tijuana y Baja California, donde desarrolló una parte central de su vida literaria y editorial.

Su poesía, de pulso contenido y vastas referencias culturales, se consolidó desde libros tempranos como Ludibrios y nostalgias (1984) y Rastro del desmemoriado (1989), obras que revelan una mirada atenta a lo íntimo y a los pliegues del recuerdo. El reconocimiento nacional llegó en 2005, cuando obtuvo el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada por Las diez mil cosas, uno de sus títulos más celebrados. Parte de su obra fue traducida a varios idiomas, entre ellos inglés, francés, alemán y árabe.

Además de su escritura, Hurtado tuvo una intensa actividad como editor y promotor cultural. Colaboró con sellos y proyectos fundamentales del panorama literario mexicano y fue director literario de la Casa del Poeta Ramón López Velarde. También participó como tutor del Programa Nacional Jóvenes Creadores, desde donde acompañó y formó a nuevas voces de la poesía. Como periodista cultural, fue editor y columnista en La Jornada Semanal y colaborador habitual de revistas como Vuelta, Revista de la Universidad de México y La Gaceta del FCE.

La noticia de su fallecimiento provocó numerosas reacciones en la comunidad literaria. Escritores como Malva Flores, Hernán Bravo Varela, Armando González Torres y Natalia Toledo expresaron su pesar en redes sociales. Esta última compartió un fragmento del poema “Espejo”: “Vencida en pleno vuelo, girando, cae al mar una gaviota / por fin alcanza el cielo en su derrota”. Instituciones como el INBAL y el Sistema Creación destacaron la huella duradera de su obra y de su labor editorial.

Eduardo Hurtado deja un legado imprescindible para la poesía mexicana contemporánea: una escritura que hizo de la memoria un territorio vivo y de la palabra un ejercicio de precisión y amistad.