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Gimena Romero transforma el bordado en relato y sanación

Gimena Romero transforma el bordado en relato y sanación

Hay libros que no se limitan a contarnos una historia, sino que nos envuelven en un paisaje interior. Camino a Tenango, de Gimena Romero, es uno de ellos: un texto que respira con hilos y puntadas, que abre un camino donde la vida cotidiana, la herida y la belleza se cruzan como colores en un bordado.

Romero nos conduce hacia Tenango de Doria, tierra donde el bordado no es un pasatiempo ni una artesanía, sino un idioma heredado, una raíz que se expande con cada puntada. En ese viaje, la autora va recogiendo voces y memorias: los personajes que aparecen no son figuras inventadas, sino personas que caminaron, amaron, sufrieron y dejaron huella en su vida. Al evocarlos, los vuelve a la existencia en un ritual narrativo que es tan íntimo como colectivo.

Lo fascinante de este libro es cómo el acto de bordar se transforma en metáfora vital. Tras atravesar momentos de dolor, Romero descubre que enhebrar la aguja es también una forma de suturar la propia historia: cada puntada se convierte en cicatriz luminosa. Así, el textil se vuelve medicina, y la memoria, un terreno donde sanar.

Las páginas de Camino a Tenango están salpicadas de imágenes que no se conforman con describir, sino que palpitan con los colores de los bordados: escenas de animales, flores y símbolos que hablan de la tierra otomí-tepehua y de su manera de entender el mundo. Junto a ellas, la autora ofrece un gesto generoso: enseñar al lector los puntos básicos de esta técnica. Leer, mirar y aprender a bordar terminan siendo parte de la misma experiencia.

Pero lo más poderoso del libro no está en la técnica ni en el registro etnográfico, sino en la certeza de que cada hilo es un puente. Un puente entre la memoria y el presente, entre lo personal y lo colectivo, entre el dolor que se sufre a solas y la belleza que se comparte. Romero nos recuerda que en cada puntada habita la posibilidad de volver a empezar.

Camino a Tenango es, en definitiva, un libro necesario para quienes buscan reconciliarse con la memoria y el cuerpo, para quienes creen que el arte puede ser refugio y también renacimiento. Una lectura imprescindible para dejarse bordar por las historias que nos sostienen.