Cómo ser un buen ingeniero y no morir en el intento
Ser ingeniero no es solo resolver problemas técnicos, ni dominar programas, fórmulas o cálculos complejos. También es tomar decisiones que impactan la vida de los demás, trabajar con responsabilidad, reconocer errores, mantener la curiosidad despierta y, sobre todo, ejercer con humanidad. Esa es la premisa de Cómo ser un buen ingeniero, el nuevo libro de Santiago Barcón, pensado como una guía práctica y honesta para todos los profesionales —y futuros profesionales— de esta disciplina.
Escrito desde la experiencia y con una generosidad poco común, este libro está hecho para acompañar carreras enteras, no solo etapas de formación. Con un lenguaje claro, Barcón plantea diez “mandamientos” que pueden aplicarse a cualquier profesión, pero que cobran especial sentido en una práctica como la ingeniería, donde la ética y la precisión son inseparables. Cada uno de estos principios se desarrolla a través de consejos puntuales y ejemplos reales que muestran lo que significa, en la vida cotidiana, ser alguien que no solo sabe, sino que sabe hacer bien las cosas.
Además de hablar de conocimientos y habilidades técnicas, este libro pone sobre la mesa algo muchas veces olvidado: la importancia del desarrollo personal en el ejercicio profesional. Escuchar, corregir, aprender de los demás, reconocer el trabajo en equipo y mantenerse siempre en proceso de mejora son valores que, lejos de ser abstractos, se convierten aquí en herramientas útiles y accionables.
Barcón no busca imponer una fórmula, sino invitar a la reflexión. A practicar con constancia lo aprendido, hasta que los valores se vuelvan hábito, y el hábito, forma de ser. Así, Cómo ser un buen ingeniero se vuelve no solo una lectura formativa, sino un manifiesto sobre lo que significa hacer bien las cosas en un mundo que necesita profesionales competentes, sí, pero sobre todo comprometidos.
Un libro que seguramente tendrá un lugar permanente en los escritorios de ingenieros, profesores, estudiantes y líderes técnicos, pero que también puede inspirar a cualquiera que crea que el trabajo bien hecho empieza por cómo elegimos vivirlo.
