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Cinco libros para asomarse al alma del arte chileno

Cinco libros para asomarse al alma del arte chileno

En Chile, el arte no solo se pinta: se borda, se canta, se grita, se recuerda. A veces, se escribe. Y cuando lo hace, abre caminos inesperados hacia la historia, la belleza y la herida. Estos cinco libros —todos disponibles en gandhi.com.mx— no son simples catálogos ni biografías: son puertas. Quien las cruza, ya no regresa igual.

Aquí, las voces de artistas plásticos chilenos que han hecho de la creación un acto de resistencia, una forma de ternura, un idioma propio.

1. Camilo Mori (Ediciones UC)

Fue uno de los padres del modernismo pictórico chileno, pero también un pensador del arte, un sembrador de ideas. Este libro compila entrevistas, conferencias y textos inéditos de Camilo Mori, que permiten ver no solo su obra, sino su manera de mirar el mundo. Habla el pintor, sí, pero también el maestro, el testigo de un país que se transformaba color por color.

📚 Disponible en Gandhi: Camilo Mori

2. Violeta Parra en sus palabras. Entrevistas 1954–1967

No hay forma de encasillar a Violeta Parra. Fue música, bordadora, escultora, poeta. Una artista total. En este libro no se habla sobre ella: habla ella. Y lo hace con la fuerza y la claridad de quien sabe que está sembrando para el futuro. A través de sus propias entrevistas, se revelan no solo sus ideas sobre el arte y el folclor, sino su íntima relación con el dolor, la creación y la tierra.

3. Cobra, de Javier Rodríguez

Una obra gráfica intensa, híbrida, valiente. Como un grabado que sangra historia, Javier Rodríguez revisita con tinta negra la violencia de la posdictadura chilena. En sus páginas, los márgenes se convierten en centro, y el trazo en denuncia. “Cobra” no es solo un cómic: es una galería portátil, una memoria en viñetas, una cartografía del trauma.

4. De perlas y cicatrices, de Pedro Lemebel

Artista performático, escritor de pluma filosa y mirada tierna, Pedro Lemebel dejó testimonio de un Chile al margen, rebelde, queer y profundamente poético. En estas crónicas, su voz se convierte en pincel para retratar con amor (y ácido) a las travestis, los poetas callejeros, los cuerpos enfermos, los deseos prohibidos. El arte, aquí, es trinchera y espejo.

5. Loco afán. Crónicas de sidario, de Pedro Lemebel

Porque una sola obra no basta para abarcar su universo, este otro libro de Lemebel es también imprescindible. Una colección de relatos sobre la fragilidad y la furia de una comunidad silenciada. Con humor, ternura y rabia, traza con palabras el mural de una época marcada por el VIH, el desprecio institucional y la belleza clandestina.

Más allá del museo: el arte como cuerpo, herida y canto

Estos libros nos recuerdan que el arte chileno no vive solo en museos ni galerías. Vive en la memoria oral, en la tela bordada, en la crónica urbana, en el trazo que denuncia. Y leerlo es una forma de habitarlo.

Si buscas adentrarte en ese arte que no teme mirar de frente, que mezcla lo bello con lo feroz, lo íntimo con lo político, aquí tienes cinco llaves para empezar el viaje.

Todos disponibles en gandhi.com.mx