Vamos a leer: recomendaciones de novedades editoriales
Vamos a leer | Hoy Fernando Sanabrais nos presenta dos novedades editoriales
La literatura en español sigue encontrando maneras de hablarnos de lo íntimo y de lo colectivo, de lo microscópico y de lo apocalíptico. En esta entrega de Vamos a leer, Fernando Sanabrais nos invita a sumergirnos en dos obras recientes que, desde registros muy distintos, convergen en una misma pregunta: ¿cómo habitamos lo que nos supera?
Fieras interiores, de Andrés Cota Hiriart
Andrés Cota Hiriart —zoólogo, narrador y ensayista— abre las puertas de un bestiario muy particular. En Fieras interiores el cuerpo humano se convierte en territorio, ecosistema y espejo. Allí conviven parásitos, microbios y fantasmas de la memoria familiar. Con un estilo que oscila entre el rigor científico y la fabulación literaria, Cota Hiriart dibuja criaturas invisibles que, sin embargo, marcan nuestras vidas con huellas profundas.
El libro es un viaje tan inquietante como fascinante: del gusano del sushi que se desplaza bajo la piel hasta la revelación de que somos organismos colectivos, colonizados por presencias que nos habitan y que, al mismo tiempo, nos definen. Más que un catálogo de rarezas biológicas, es una reflexión sobre la fragilidad de lo humano y la necesidad de reconciliarnos con lo monstruoso que late dentro de nosotros.
Todos los fines del mundo, de Andrea Chapela
Andrea Chapela nos conduce a otro umbral: el del colapso climático y sus múltiples resonancias íntimas. En Todos los fines del mundo, la escritora mexicana imagina un futuro inmediato en el que la vida cotidiana transcurre bajo estaciones extremas, encierros forzados y ciudades que se fragmentan. Pero más allá de la distopía, Chapela coloca en el centro a sus personajes: jóvenes que buscan amar, construir amistades y encontrar compañía en medio de un mundo que parece extinguirse a pedazos.
La novela despliega una estructura fragmentaria, con voces y géneros que se entrelazan como si la escritura misma se adaptara al derrumbe que describe. El fin del mundo, sugiere Chapela, no es un evento súbito y espectacular, sino una suma de pequeñas pérdidas cotidianas. Y en ese proceso, todavía es posible descubrir gestos de ternura, solidaridad y esperanza.
Dos espejos, un mismo llamado
Fieras interiores y Todos los fines del mundo se leen como contrapuntos. El primero nos obliga a mirar hacia dentro, a reconocer las criaturas que comparten nuestro organismo. El segundo nos empuja hacia fuera, a pensar cómo sobrevivir en un planeta que se agota. Ambos libros, sin embargo, insisten en lo mismo: que la literatura es un espacio de resistencia, un territorio donde lo terrible puede transformarse en comprensión, e incluso en belleza.

