Un 7 de julio, pero de 1881, aparecieron por primera vez en las páginas del Giornale per i bambini (Diario infantil) los primeros capítulos de una historia que marcaría para siempre la literatura infantil: Historia de una marioneta. Su autor, el escritor y periodista italiano Carlo Lorenzini —mejor conocido como Carlo Collodi—, no imaginaba que aquel relato por entregas daría vida a uno de los personajes más entrañables y universales de todos los tiempos: Pinocho.

Dos años más tarde, en 1883, aquellos capítulos fueron reunidos y publicados como Le avventure di Pinocchio. Storia di un burattino (Las aventuras de Pinocho. Historia de una marioneta), consolidando así un clásico que, con el paso del tiempo, ha trascendido fronteras, idiomas y generaciones.

Más allá de su aparente sencillez, la historia de Pinocho —una marioneta de madera que sueña con convertirse en un niño de verdad— aborda temas profundos como la obediencia, la mentira, el deseo de pertenecer, la educación y la transformación personal. Su periplo es, en el fondo, el viaje simbólico del crecimiento, con todos sus tropiezos y aprendizajes.

El relato de Collodi no tardó en adquirir popularidad, y su protagonista fue cobrando vida en adaptaciones teatrales, cinematográficas, televisivas y animadas. La más famosa de ellas es, sin duda, la versión de Walt Disney estrenada en 1940, que ayudó a fijar en el imaginario colectivo la imagen de un Pinocho de nariz larga, voz dulce y corazón noble.

Sin embargo, el Pinocho original dista mucho de la figura edulcorada que muchos conocen: en las primeras versiones del texto, la marioneta era traviesa, desobediente y en ocasiones cruel; incluso, en un principio, Collodi pensó en terminar la historia con la muerte del personaje. Solo tras la insistencia de sus lectores y del propio editor, el autor reformuló la historia hacia un final más esperanzador.

Hoy, a 143 años de su primera publicación, Las aventuras de Pinocho sigue siendo una obra fundamental dentro de la literatura infantil y juvenil. Traducida a más de 260 idiomas y considerada uno de los libros más leídos del mundo, la historia del muñeco de madera que anhelaba ser humano continúa inspirando a chicos y grandes, recordándonos que, a pesar de las caídas, siempre se puede volver a empezar.

Porque, al final, todos llevamos un poco de Pinocho dentro: aprendiendo a ser mejores, buscando nuestro lugar en el mundo y deseando que, con honestidad y esfuerzo, algún día nuestros sueños también se hagan realidad.

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