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La apasionante historia de los Mundiales: el fútbol contado como memoria viva

La apasionante historia de los Mundiales: el fútbol contado como memoria viva

Hay libros que no solo se leen, se viven. La apasionante historia de los Mundiales, de Alberto Lati (Ediciones B), pertenece a esa estirpe: abre sus páginas y de inmediato resuena un estadio lleno, el murmullo de la afición, el latido colectivo que se acelera cuando el balón echa a rodar.

Desde Uruguay 1930 hasta el horizonte de México, Estados Unidos y Canadá 2026, Lati no se limita a enumerar campeones ni estadísticas. Su propuesta es más ambiciosa: narrar el Mundial como un relato humano, lleno de giros imprevistos, de gestas que parecían imposibles y de héroes que surgieron de la nada. Cada torneo es revisitado con la mirada del cronista que estuvo ahí, del periodista que entiende que el fútbol es también un espejo de la historia.

Las ilustraciones que acompañan el texto refuerzan esa intención: no son simples adornos, sino trazos que devuelven vida a los instantes más memorables. Pelé en su ascenso eterno, la mano y la corrida de Maradona, la épica de Iniesta en Johannesburgo. Todo vibra como si el silbatazo final hubiera sonado hace apenas unos minutos.

Lo que distingue al libro no es solo la amplitud del recorrido, sino la forma en que Lati transforma cada Copa del Mundo en un relato independiente y, al mismo tiempo, en un capítulo de una saga mayor. La sorpresa de Estados Unidos venciendo a Inglaterra en 1950, la tensión de Argentina en 1978, el éxtasis de Francia en 1998: cada historia está contada con el pulso de quien sabe que el fútbol es emoción antes que dato, mito antes que estadística.

Periodista y escritor con más de dos décadas de trayectoria internacional, Lati ha sido corresponsal en más de 80 países y testigo directo de cinco Copas del Mundo. Esa experiencia se nota en la forma de narrar: combina rigor informativo con una voz cercana y apasionada, capaz de hacer que incluso los episodios más conocidos adquieran una nueva intensidad.

La apasionante historia de los Mundiales es, en el fondo, una invitación a viajar por el tiempo sin salir de la página. Un libro que celebra no solo el fútbol, sino la capacidad del deporte de unir memorias, generaciones y geografías. Porque cada cuatro años, cuando la pelota comienza a rodar, el mundo entero se detiene y la historia vuelve a escribirse en 90 minutos.