El libro de la esperanza del cambio climático, de Pablo Montaño: una guía para no rendirse ante la catástrofe
Seguramente has visto la famosa y desgarradora imagen de un oso polar flaco, aferrado a un pequeño témpano de hielo. Esa escena se grabó en la memoria colectiva como símbolo del cambio climático, pero también nos hizo creer que era un problema lejano, que ocurría allá, en los polos, y no aquí, donde vivimos. Sin embargo, los huracanes cada vez más violentos, las olas de calor, los incendios y las sequías prolongadas nos recuerdan que la crisis climática siempre estuvo entre nosotros y perdimos mucho tiempo ignorándolo. Y aunque a veces parezca que hemos llegado a un punto sin retorno, Pablo Montaño propone algo distinto: mirar hacia la esperanza.
En El libro de la esperanza del cambio climático, publicado por la editorial Taurus en 2025, Montaño desmonta uno de los grandes mitos de nuestra era: que el problema se reduce a los combustibles fósiles o a las emisiones de carbono. El autor plantea que el verdadero origen de la crisis está en un sistema económico que exige un crecimiento perpetuo, basado en la extracción, el consumo desmedido y la desigualdad. Es decir, el capitalismo. En una conversación con la periodista Lucía Moreno, Montaño subraya que no se trata solo de salvar al planeta, sino de transformar el modelo que lo está consumiendo. Con una prosa clara y accesible, invita a reflexionar sobre la magnitud del problema sin perder de vista la posibilidad de cambio.
A lo largo del libro, el autor chihuahuense combina su formación académica con una mirada crítica y cercana. En los fragmentos más personales, reconoce cómo las alteraciones del clima afectan directamente su entorno: la sequía que azota al norte del país, los huracanes que se intensifican con la temperatura del océano o la lentitud con la que gobiernos y empresas responden ante la emergencia. En un fragmento, Montaño recurre a la imagen de una casa en llamas para describir nuestra situación actual: el fuego avanza habitación por habitación mientras algunos arrojan gasolina con tal de mantener el crecimiento económico, otros mueven los muebles fingiendo que así frenarán el incendio y unos cuantos levantan barreras de cartón creyendo que bastarán para detenerlo. La metáfora resume con claridad brutal lo absurdo del momento que vivimos.
Pero este libro no se queda en la denuncia. Su propuesta es clara: la acción individual no basta; la esperanza se construye en comunidad. Recuperar la sabiduría de los pueblos originarios, apoyarse en la ciencia y apostar por la acción colectiva son, para Montaño, las verdaderas rutas hacia un futuro habitable. Esa esperanza no tiene nada de ingenua: es una práctica política, una forma de resistencia ante la desesperanza.
El libro de la esperanza del cambio climático es una lectura necesaria para quienes se sienten abrumados por la magnitud del problema, pero aún creen que otro futuro es posible. Más que un diagnóstico, es una invitación a imaginar un mundo distinto, a encender la chispa de la acción colectiva y a entender que la esperanza, cuando se comparte, puede ser el fuego que nos mantenga con vida.
