Recomendaciones LIJ: Libros que puedes devorar a cualquier edad

Recomendaciones LIJ: Libros que puedes devorar a cualquier edad

La literatura infantil y juvenil (LIJ) ha evolucionado hasta convertirse en un territorio donde la creatividad y la experimentación no conocen límites. Más allá de los relatos clásicos, hoy los libros para niñas y niños se proponen estimular la imaginación y desafiar la manera en que leemos, sentimos y jugamos con las palabras. Así, como de Lluvia Soto, compradora senior de literatura infantil y juvenil, nos lleva a un recorrido por tres obras que no solo se leen, sino que se contemplan, se experimentan y se disfrutan a cualquier edad.

Experto eXcalador de eXcaleras de Javier González, con la colaboración gráfica de Lluïsot y publicado por Kalandraka, es un poemario que rompe con todo convencionalismo. Distinguido con el XVI Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños, el libro despliega composiciones lúdicas, ingeniosas y sorprendentemente imaginativas. González invita a los lectores a explorar la poesía desde un enfoque conceptual, surrealista y, en ocasiones, “nonsense”: caligramas, onomatopeyas y metáforas visuales se mezclan con la tipografía alterada y los signos de puntuación convertidos en protagonistas. Cada página es un reto y un juego, donde palabra e imagen dialogan para crear un universo donde la libertad creativa y el humor sofisticado son los verdaderos protagonistas. Lluïsot, con sus fotografías, refuerza esta propuesta visual, haciendo que el libro sea, en sí mismo, una obra de arte interactiva.

En un registro más tierno y poético, Sol de los amigos de María Baranda, con ilustraciones de María Wernicke y publicado por Ediciones El Naranjo, celebra la amistad y la maravilla de la imaginación. Aquí, un perro y un pájaro deciden hacer del mundo su hogar, abriendo una ventana al cielo que transforma todo a su paso: el aire ruge, los árboles danzan, los caminos se vuelven ríos y un ladrido se convierte en universo. Cada palabra es un juego, cada página un espacio para soñar. La obra recuerda que la lectura infantil no solo enseña, sino que también nos conecta con la risa, el canto y la curiosidad infinita que todos llevamos dentro.

Finalmente, Todos los árboles, algunos árboles, de Mónica Rodríguez, con ilustraciones de Manuel Monroy, ofrece una experiencia sensorial y contemplativa. Aquí, un árbol nos habla en primera persona, revelando los secretos del bosque, el latido de la tierra y la interconexión de todas las vidas. Es un poemario que invita a detenerse, escuchar y caminar por un sendero donde tú, yo y cada árbol que ha existido y existirá, formamos parte de un mismo todo. La obra logra transformar la lectura en un acto de presencia y asombro, recordando que la poesía puede ser también un viaje de empatía y conciencia ambiental.

Así, con estas tres propuestas tan distintas entre sí, la LIJ contemporánea nos lleva por un recorrido que va desde la experimentación visual y sonora hasta la celebración de la amistad y la naturaleza, pasando por la exploración del lenguaje como juego y materia de maravilla. Son libros que se devoran, sí, pero también se contemplan, se comparten y se atesoran, recordándonos que leer puede ser, sobre todo, un placer sin edad.