Mujeres que se organizan: una historia que insiste en hacerse escuchar.

En “Mujeres que se organizan. La lucha de las mujeres en México” (FCE), Esperanza Tuñón Pablos reconstruye una trayectoria colectiva que rara vez ha ocupado un lugar visible en los relatos nacionales: la participación activa, constante y organizada de las mujeres mexicanas en la transformación social del país. Su trabajo propone un recorrido minucioso que abarca más de un siglo y medio, desde la consolidación fabril del Porfiriato hasta el México de los años noventa, cuando el modelo neoliberal comenzaba a reconfigurar la vida pública.
Lejos de ofrecer una simple cronología, Tuñón Pablos se detiene en experiencias concretas, nombres, agrupaciones y esfuerzos que, aunque decisivos, han sido dispersos o relegados en la memoria pública. El libro parte de una premisa fundamental: la lucha por la igualdad en México no solo ha estado presente desde los primeros pasos hacia la modernización, sino que ha sido impulsada por mujeres que, a pesar de sus diferencias sociales, económicas o ideológicas, se han encontrado en la misma realidad de desigualdad estructural.
Uno de los ejes más sugerentes del estudio es la reconstrucción del Movimiento Amplio de Mujeres (MAM), una articulación plural que, a lo largo de distintas décadas, logró conectar demandas laborales, reclamos legales, búsquedas educativas y exigencias de justicia social. A través del MAM, la autora muestra cómo las luchas no surgieron de manera aislada, sino que respondieron a procesos más amplios —industrialización, reorganización del trabajo, reformas legales, emergencias democráticas— que obligaron a las mujeres a abrirse paso en espacios que históricamente les habían sido negados.
La obra avanza por etapas históricas decisivas: desde las incipientes reivindicaciones en la segunda mitad del siglo XIX, pasando por el impacto de la Revolución mexicana, la efervescencia de los movimientos sociales de los años veinte y treinta, y el complejo camino hacia el sufragio femenino, finalmente reconocido en 1953. Tuñón Pablos revisa también el surgimiento de nuevas formas de organización en los años setenta, cuando una generación influida por la contracultura y los feminismos internacionales impulsó discursos incómodos para las estructuras tradicionales. La autora lleva este seguimiento hasta los ochenta y noventa, periodos marcados por transformaciones económicas que reconfiguraron el papel de las mujeres en el trabajo y la vida comunitaria.
Si algo distingue este libro es su insistencia en restituir la individualidad de las mujeres que aparecen en sus páginas. No se trata solo de mostrar la existencia de un movimiento, sino de reconocer a quienes lo sostuvieron con su tiempo, su voz y su presencia, aunque sus nombres no hayan llegado a los libros de texto. La autora logra así una radiografía social que permite entender que la lucha por mejores condiciones laborales, legales y sociales nunca ha sido lineal ni definitiva. Es, más bien, un proceso que se renueva con cada generación.
Tuñón Pablos —socióloga e investigadora con una trayectoria clave en el análisis de los movimientos sociales y las desigualdades de género en México— escribe desde el rigor académico, pero con la claridad de quien busca tender un puente entre la investigación y el público general. El resultado es un libro que documenta sin dramatizar, que muestra sin idealizar y que recuerda que ningún derecho se sostiene sin organización.
Mujeres que se organizan es tanto una crónica histórica como un reconocimiento. Una invitación a mirar hacia atrás para comprender por qué, a pesar de los avances, la desigualdad sigue presente y por qué las luchas de las mujeres en México no son un recuerdo del pasado, sino un capítulo aún en desarrollo.
