Muere Sophie Kinsella a los 55 años, la autora que reinventó la comedia romántica contemporánea.
El mundo editorial despide hoy a Sophie Kinsella, una de las voces más influyentes de la narrativa comercial británica de las últimas décadas, fallecida en Londres a los 55 años tras enfrentar un agresivo cáncer cerebral. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado publicado en sus redes sociales, donde se informó que la escritora murió en paz, rodeada de su familia y de aquello que más le alegraba la vida: la música, la calidez del hogar, el espíritu navideño y la compañía cercana de quienes la amaban.
Detrás del nombre de Sophie Kinsella estaba Madeleine Sophie Townley Wickham, nacida en Londres en 1969 y formada en la Universidad de Oxford. Antes de dedicarse de lleno a las letras, trabajó como periodista financiera, una experiencia que años más tarde influiría en el tono ágil, humorístico y cercano que caracterizó su obra. Aunque publicó sus primeras novelas bajo su nombre real, su identidad literaria tomó forma definitiva en el año 2000 con “Confessions of a Shopaholic”, conocida en el mundo hispanohablante como “Loca por las compras”. Aquella historia, protagonizada por la entrañable Becky Bloomwood, no solo marcó su salto a la fama, sino que inauguró una saga que llegó a convertirse en un fenómeno global.
Ese universo de compras compulsivas, enredos financieros y romanticismo ligero encontró su eco en el cine en 2009, cuando las dos primeras entregas (“Confessions of a Shopaholic” y “Shopaholic Takes Manhattan”) fueron adaptadas a la película “Confesiones de una compradora compulsiva”, distribuida en español bajo el título “Loca por las compras”, con Isla Fisher como protagonista. La serie completa alcanzó ocho libros y consolidó a Kinsella como una autora de referencia en la comedia romántica contemporánea.
Su éxito fue sostenido y extraordinario: sus libros vendieron alrededor de 45 millones de copias, se publicaron en más de 60 países y fueron traducidos a más de 40 idiomas. A la saga que la catapultó se sumaron novelas independientes que también conquistaron a miles de lectores, como “¿Tienes secretos?”, “Tengo tu número” y “Mi vida no tan perfecta”, además de su incursión en la literatura juvenil con “Finding Audrey”. Antes de adoptar su seudónimo, publicó siete novelas como Madeleine Wickham, de corte más realista y menos humorístico.
La enfermedad que terminó con su vida había sido diagnosticada en 2022: un glioblastoma, uno de los cánceres cerebrales más agresivos. Kinsella hizo pública la noticia en abril de 2024, después de someterse a cirugía, radioterapia y quimioterapia en el University College Hospital de Londres. En aquel anuncio, explicó que había decidido esperar para compartirlo hasta que sus hijos pudieran procesarlo en privado. Entonces se mostraba estable, aunque con un cansancio persistente y afectaciones en la memoria. También envió un mensaje de solidaridad a otras personas con cáncer, recordando lo solitario y aterrador que puede ser un diagnóstico así.
Su familia destacó hoy el coraje “inimaginable” con el que enfrentó la enfermedad y la gratitud con la que vivió: nunca dio por sentado el éxito de su carrera ni el afecto de sus lectores. En 2025, había sido preseleccionada como autora del año en los British Book Awards, y su libro más reciente, “What Does It Feels Like?”, formó parte de la lista de los cien títulos notables de 2024 del The New York Times.
El legado de Sophie Kinsella acompañó a generaciones enteras. Su luz perdurará en millones de estanterías alrededor del mundo.
Foto: Elena Torre

