Stan Lee: otro migrante siempre hacia arriba

Muy elevado, alto, eminente. Esa es la definición de la Real Academia Española para excelso, que en latín originaría excélsior en el Siglo XXVIII, conocida firma con la que el ícono pop Stan Lee firmó su columna mensual sobre co- mics en la década de los sesenta.

Stanley Martin Lieber fue hijo de inmigrantes rumanos, nacido en Manhattan, Nueva York. Una historia norteamericana más de un hijo de inmigrantes quien honra con trabajo duro el esfuerzo y sacrificio de sus padres por dejar su patria y buscar nuevas y mejores oportunidades en un país extranjero.

 

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Podríamos enlistar los logros del “sueño americano” que Lee logró. Incluso sirviendo en el ejercito en 1942 y trabajando duro –muchas veces mal pagado– su talento perseveró hasta que la oportunidad lo encontró. Pero primero tuvo que pasar una dura etapa al regresar de la guerra, cuando comenzó a escribir manuales y guiones de película y enfrentó la muerte de su esposa Joan Clayton Boocock –con quien se había casado en el 1947– fallecida tres días después del parto de su hija.

Fue mientras trabajaba en la industria editorial y cuando estaba a punto de cambiar de giro que Lee se arriesgó a crear un nuevo arquetipo de súper héroes en los años cincuenta. Héroes con fallas y defectos, emocionales, que los identificaban más con la realidad.

Trabajando con la también leyenda, el ilustrador Jack Kirby, y después de colaborar en algunos números de Capitán América, Lee daría vida a Los Cuatro Fantásticos, cuyo éxito le permitió la creación de muchos personajes legendarios más.

 

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Las historias de Lee fueron para la época más humanas, más cercanas al lector, ¿quién esperaba ver metahumanos habitando la ciudad de Nueva York? Era imposible que Lee lo hiciera de forma distinta después de haber vivido en carne propia la pobreza el rechazo y una vida con carencias en su juventud. De nuevo, una historia conocida.

Stan Lee es uno de miles ejemplos de inmigrantes en los Estados Unidos que han alcanzado el éxito económico, que generan trabajos y ganancias; que impulsan industrias. Acciones valoradas por quienes con- denan su llegada al mismo tiempo, quienes rechazan al inmigrante y los aportes culturales que siempre han provisto.

Los personajes de Stan Lee muchas veces se sobreponían a esto, al rechazo, a ser señalados, a ser falsamente acusados pese a realizar acciones nobles. Tal cual el ambiente político y social de los Estados Unidos hoy en día, ese mismo que Lee conquistó y en donde fue una gran influencia para luego serlo en el mundo entero.

Recordarlo y honrarlo debe ser siguiendo su firma: excélsior. Siempre hacia adelante. Siempre hacia arriba. Más incluso hoy cuando los súper villanos ocupan el poder y ambicionan más. ¡Excelsior!

 

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Este texto fue escrito por Juan Cárdenas y se encuentra en el número 115 de Revista Lee+. Su versión física se encuentra disponible en todas las Librerías Gandhi de México y la versión digital la pueden disfrutar aquí.