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Obra maestra, de Juan Tallón

Obra maestra, de Juan Tallón

7 de diciembre 2022

La solución al misterio siempre es inferior al misterio.
Jorge Luis Borges

La historia que narra esta novela es del todo inverosímil y, sin embargo, sucedió: un museo de primer nivel internacional, el Reina Sofía, encargó una obra a Richard Serra, una estrella de la escultura, para su inauguración en 1986. Cuando quince años después el Reina Sofía quiso recuperarla, la escultura de treinta y ocho toneladas se había volatilizado. Nadie sabe cómo desapareció ni en qué momento ni a manos de quién. Para entonces, la empresa que la custodiaba ya ni siquiera existía. No había una sola pista sobre su paradero.

Entre la novela de no ficción y la crónica novelada, entre el disparate y lo alucinógeno, Obra maestra (Anagrama, 2022), de Juan Tallón, reconstruye al ritmo de un thriller trepidante un caso que lleva a algunas preguntas perturbadoras: ¿cómo fue posible que algo así sucediera? ¿Cómo se convierte en original una copia? ¿Qué es arte en el arte contemporáneo? ¿Cuál fue el verdadero destino de la famosa, enorme y pesada escultura de acero convertida en aire? ¿Es posible que algún día aparezca? En entrevista, el autor nos ofrece algunas claves:

La novela finalmente quiere ser mucho más que la anécdota. Hay que dar bastante contexto. ¿Cómo algo así ha podido desaparecer? ¿Cómo es un país donde esto ocurre y no hay consecuencias? ¿Dónde se pierde algo así y no ruedan cabezas? También es una novela sobre el arte, que nos lleva a pensar ¿qué tiene que pasar para que vayamos al museo a ver ese tipo de esculturas?

Juan Tallón nació en Ourense, España, en 1975. Se graduó como licenciado en filosofía y, como tal, ha dedicado toda una vida a la escritura, desde el periodismo hasta obras como Libros peligrosos (Larousse, 2014), Fin del poema (Alrevés, 2015), El váter de Onetti (Edhasa, 2017), Salvaje oeste (Edhasa, 2018) y Rewind (Anagrama, 2020).

El título de su nueva novela deja ver el juego constante entre el significado literal, tácito y cínico que nos acompañará en la lectura. Todo cobra un doble sentido que nos enfrenta a constantes reflexiones sobre arte, la realidad, la ficción y la verosimilitud. La chispa que enciende a esta novela es la puesta en ridículo de casi todos los actores (voluntarios e involuntarios) que se relacionan con la desaparición de la obra. El proceso creativo de Obra maestra llevaba largo tiempo construyéndose, sobre todo por la complejidad de las voces, como explica el autor:

Dar con la estructura de la novela fue un trabajo de diez años. En 2009 empecé a interesarme por el suceso y su dimensión literaria, y a recoger información. Después obtuve testimonios, pero siempre me sentía con la incertidumbre de cómo contarlo. Hasta que pensé que debía imitar la forma en que se documentó, incluso la metodología del propio Richard Serra. Entonces comencé a tomar nota de todas las voces narrativas de este proyecto. Algunas conseguirían convertirse en personajes; otras simplemente serían voces prestando un testimonio. Así di con la actual estructura.

El rumbo y el ritmo de esta novela, que desde el comienzo resulta atrapante, está determinado por el recorrido que plantean los relatos de cada personaje en sus exposiciones, la voz del propio Tallón entre ellas y las pequeñas reflexiones que salpican los capítulos (como la magnífica sentencia: “No decir lo que piensas a las claras tendría que ser causa directa de muerte”). La estructura coral mantiene al lector constantemente en velo y conectado con el desarrollo y sucesión de los acontecimientos: un acierto que surgió con todo y el peligro de colapsar.

Uno como lector va buscando asideros, buscando la forma de tener controlada la historia. Aquí no hay de dónde agarrarse: se exige tener paciencia para ir armando el libro. Los capítulos cortos sortean el peligro de la acumulación: no quería que el libro se convirtiera en una colección de voces. Tenía que generar la necesidad de saber más.

Uno de los recursos narrativos más sorprendentes de Tallón consistió en dar cabida a su propia voz dentro de la novela. La estrategia reta los límites de la ficción, pues permite que el autor se convierta en personaje y dialogue con el lector.

Primero hay una filtración que no puedes controlar del todo. Se trata de escribir siempre lo que la novela necesita, pero sin renunciar a que cuando alguien la lea a ciegas en un momento dado pueda decir: “¡Ostras!, puede ser de Tallón esta novela”. Todos tenemos una voz que, en función del libro, sofocamos, amortiguamos o ponemos sordina, pero no podemos matarla. Y tampoco veo por qué hacerlo.

El libro se enriquece con las referencias constantes al arte moderno (la obra de Eduardo Chillida), la música (Philip Glass), la literatura (Roberto Bolaño) y una infinidad de museos y galerías. Así, Obra maestra se perfila como una novela de estructura poco común y trama fascinante, cuya profundización del concepto de arte contemporáneo nos invita a continuar con la lectura entre las salas de exposiciones una vez cerrado el libro. +