Álvaro Enrigue: La otra historia

Álvaro Enrigue: La otra historia

4 de diciembre 2022

Por José Luis Trueba Lara

La publicación de Tu sueño imperios han sido (Anagrama, 2022), de Álvaro Enrigue, nos pone delante de una novela que va más allá de los límites establecidos: sus palabras transcurren entre los espacios de la literatura ortodoxa y el ensayo o la crónica más rigurosa; entre la investigación más profunda y la ficción a la que nos lleva el deseo. Por ello había que conversar con él y adentrarse en algunos de los pormenores de su creación, en aquello que está tras las bambalinas de una obra que nos asoma a uno de los momentos determinantes de la historia: el encuentro de Cortés y Moctezuma.

¿Tenemos novela de a de veras?

Tu pregunta toca la raíz de Tu sueño imperios han sido. Escribí mi novela con un archivo histórico muy exacto, pero sin duda se trata de un relato fantástico. Creo que jamás había escrito algo con esta cualidad y este libro bien puede ser leído como mi primer trabajo fantástico. Así pues, es verdadera en medida que la podemos tocar, pero —aunque está basada en documentos de época y sus detalles, como lo que comían y a lo que olía Tenoxtitlan, son reales— su relato pertenece a lo estrictamente literario, a lo imaginario.

Siempre he creído que en las novelas históricas se entreveran tres cosas distintas y que a ratos parecían excluyentes: algo de lo que verdaderamente sucedió, algo de lo que pudo pasar y, por supuesto, algo de lo que el autor quiso que sucediera…

Las novelas —aunque suene un poco freudiano y ridículo— son un avatar del deseo. Lo que existe en una novela es el deseo de una persona comprendido en términos académicos. Sin embargo, cada vez que me dicen que escribo novelas históricas tengo la impresión de que es una definición que no empata con mi trabajo: no importa que trabaje con archivos históricos, lo que cuento nunca ocurrió y eso es lo importante.

Desde que comencé a trabajar como escritor —con toda la inocencia que da la juventud—, me interesó hacer un experimento formal: escribir en los espacios que existen entre los géneros. Lo importante era crear novelas que podrían ser libros de cuentos; libros que pudieran ser leídos como crónicas, ensayos o novelas. Por esta razón, se puede decir que Tu sueño imperios han sido fue escrita en el margen externo de la tradición de la novela histórica, aunque lo que uno diga sobre su novela no tiene la menor importancia, pues éstas —como la tierra— son de quienes las trabajan, es decir, de los lectores y no de los autores. Así pues, si las novelas históricas están en la órbita de la Tierra, la mía está en Júpiter.

Pero, para estar en Júpiter, Tu sueño imperios han sido tiene que estar en la Tierra.

Efectivamente. El encuentro fue brutal: los españoles seguramente se preguntaban ¿dónde estamos?, mientras que los indígenas se cuestionaban ¿qué son estas cosas horribles? Gracias a mi trabajo en una universidad estadounidense, pude adentrarme en archivos muy detallados sobre la época y algunos de los personajes, pero esto no implica que pierda la libertad de lo fantástico. Si el detalle de los vestuarios resulta tan absolutamente creíble y verificable, y si la comida es exacta, ganas la libertad para contar tu historia y puedes dar paso al debate de las ideas políticas. No olvidemos que la novela es un arte esencialmente político. Si, por ejemplo, vas a escribir una novela protagonizada por Jesús de Nazaret, tienes que saber cómo se anudaban las sandalias los soldados romanos; sin estos conocimientos, no tendrás la certeza y la comodidad para escribir la historia que quieres contar. Toda la vida he investigado de una manera enfermiza el material histórico que necesito para escribir mis novelas. Yo disfruto mucho mi trabajo como escritor, pero confieso que leer me gusta mucho más.+