Christopher Paolini nos muestra más del mundo de Eragon con ‘El tenedor, la hechicera y el dragón’

Christopher Paolini nos muestra más del mundo de Eragon con ‘El tenedor, la hechicera y el dragón’
Martes 16 de julio de 2019
Tania Alejandra Z G

Dragones, enanos, hechiceras, lenguas que se mezclan y mucha fantasía acompañan el nuevo libro de Christopher Paolini de principio a fin.

El tenedor, la hechicera y el dragón contiene tres historias que forma parte de los Cuentos de Alagaësia, y relatan los nuevos retos y aventuras de Eragon, el jinete de dragón, protagonista del ciclo El Legado.

Eragon, instalado en el monte Arngor, es responsable de una lista interminable de tareas propias de un héroe, entre las que están la construcción de una fortaleza para proteger los eldunarís (la conciencia y corazón de los dragones), la dirección de todos los jinetes de dragón y la gobernanza de un territorio en el que coexisten diferentes razas: úrgalos agresivos, humanos problemáticos, elfos, enanos y dragones. La inmensa carga de trabajo atormenta a Eragon, quien es casi un niño. Es por ello que Saphira, su fiel y sabia dragona le aconseja que descanse y se distraiga para después poder volver con más serenidad al trabajo. Así empiezan las fantásticas historias de este libro.

En el primer relato, “El tenedor”, Eragon tiene una visión en la sala de los eldunarís, quienes, como es propio de los dragones, invaden su mente y le muestran imágenes lejanas y recuerdos que no son los suyos. De esta manera nos adentramos en la historia de el hechicero Tornac, o Murtagh, quien con un tenedor es capaz de vencer a sus enemigos y defenderse; así como el encuentro que tiene con la pequeña Essie, a quien le enseña valiosas lecciones sobre enfrentar los problemas y resolverlos en lugar de huír. Eragon entiende que aquella visión es en realidad un mensaje de los dragones para él. Si una niña como Essie puede defenderse y afrontar sus problemas, entonces él, que es un jinete de dragón, con más razón.

La segunda parte, “La hechicera”, está escrita por Angela Paolini —la hermana de Christopher—, quien logra meterse de lleno en su personaje y convertirse, para gusto de nosotros, los lectores, en una verdadera hechicera. Angela, la herbolaria, visita a Eragon para mostrarle un manuscrito desordenado e incompleto que narra, a manera de diario, su vida. Además, cuenta la historia de Elva, la niña bruja a la que Eragon condenó por error. La historia de Angela y Elva también refuerza la idea de hacer frente a los problemas. Así lo dice Eragon:

No basta con evitar los errores para volverse sabio. ¿Es que una tortuga que viva cien años bajo una roca aprende algo?

La última parte, “El dragón”, es una leyenda que los úlgaros cuentan a Eragon y que dará al joven una nueva perspectiva sobre la vida, la valentía y el sentido de la misma. Narra la historia de Ilgra, una úlgara que rompió todos los paradigmas de su mundo para convertirse en hechicera y heroína de su pueblo. Vemos la evolución de la protagonista, desde que era una niña y matan a su padre, hasta que crece y madura. En su juventud, lo que mueve a Ilgra es la búsqueda de venganza y el deseo de matar al Vêrmund, el dragón que atormentaba a su pueblo. Sin embargo, conforme va creciendo se da cuenta de que existen cosas que no puede cambiar.

 

El tenedor, la hechicera y el dragón es una obra de iniciación en la que vemos a Eragon enfrentar los problemas, aprender de los errores (tanto de los demás como de los propios), madurar e ir convirtiéndose en un adulto responsable, capaz de afrontar todas las tareas que le son impuestas con valor y sabiduría.+

Twitter: @tanibashi