La lluvia también se lee
No sólo los melancólicos e introvertidos la gozan, la lluvia también tiene un lugar muy especial en la literatura, inspira cuentos, ambienta románticas escenas, desordena los pensamientos y hasta es testigo de inimaginables crímenes. En ocasiones, puede arruinar los planes, le encanta jugar con nosotros y aparecer en los momentos más inoportunos.
Con la lluvia no hay de otra, la amas o la odias. Y como últimamente hemos tenido días que parecen diluvios eternos, no sería mala idea darle una leída a los siguientes textos que tienen a la lluvia como común denominador.
“Conferencia sobre la lluvia” de Juan Villoro
Un bibliotecario nervioso pierde los papeles donde escribió la conferencia que está a punto de ofrecer. Acto seguido, improvisa de manera magistral tomando la lluvia como pretexto y así inicia este monólogo sobre libros, emociones, amor y corazones rotos repleto de referencias poéticas que caen como chubascos literarios. Desde su forma confesional, “Conferencia sobre la lluvia” es el texto ideal para todo aquel que disfrute los incesantes diluvios tanto climáticos como metafóricos.
“La llovizna” de Juan de la Cabada
Los viajes en carretera suelen ser cansados y monótonos, el ir y venir detrás del volante genera gran susceptibilidad y puede llegar a alterar los sentidos hasta hacernos imaginar toda clase de situaciones inverosímiles. Algo parecido le sucede al protagonista de “La llovizna”, mientras conduce por una oscura carretera, se encuentra con un grupo de trabajadores que no le inspiran nada de confianza por su humilde vestimenta. El cielo y las nubes se estrellan en el pavimento provocando una atmósfera que prepara al lector para esperar lo peor.
“La larga lluvia” de Ray Bradbury
Uno de los mayores exponentes de la ciencia ficción en la literatura estadounidense, mundialmente conocido por obras como “Farenheit 451” y “Crónicas marcianas”, también tiene un relato que presenta a la lluvia como un elemento de gran peso. Mientras se encuentran perdidos en el planeta Venus, un grupo de exploradores desconsolados y somnolientos, avanza entre la selva buscando una cúpula solar que los salvará de la perpetua lluvia que no cesa y amenaza con llevarlos al límite de la locura. Este cuento se encuentra en el libro "El hombre ilustrado".
“Aplastamiento de las gotas” de Julio Cortázar
El breve relato que se encuentra en “Historias de cronopios y famas”, es una especie de oda a estas pequeñas precipitaciones de corta vida. Julio Cortázar no sólo dota a las gotas con personalidad humana, sino también describe sutilmente su inevitable destino.
Por Orianna Martínez
Mascultura 10-Jul-14