"Cargo deudas de libros que no he leído"; Librero de Carmen Boullosa

¿Cuántos libros tienes?
No tengo la más remota idea, me haces una pregunta imposible. Nunca he tenido la curiosidad de contarlos.

¿Cuál es el más nuevo?
El más nuevo es uno viejo; en realidad son tres porque son los libros que hacía un poeta y sastre en Durango. Este poeta y sastre que hacía sus propias ediciones es el papá de Evodio Escalante, el crítico literario. Ahora que estuve en Durango me los regalaron. Y otro es del poeta de las bardas, de Acción Poética, Armando Alanís Pulido, Balacera.

¿Cuál es el libro más viejo?
Le robé muchos libros a mi papá, como las ediciones de la editorial Aguilar: Cervantes, Quevedo y Lope, son ediciones viejas que han estado conmigo toda la vida. El más precioso y más viejo de mis libros es una edición de poesía reunida de Rubén Darío, debe ser de los años cuarenta porque mi papá en lugar de darle anillo de compromiso a mi mamá, le regaló ese libro. El libro está mutilado porque en aquellas épocas un hombre decente no podía dejar que una mujer decente leyera algunas páginas de Rubén Darío. Para mí fue una gran desilusión cuando pude leerlas porque pensé que serían muy calientes, subversivas, y en realidad son muy sensuales, no tienen nada escandaloso.

¿Cuál es tu favorito?
Decir cuál es mi libro favorito es una situación muy difícil porque uno cambia cada vez. Diré mi favorito de hoy: de María Zambrano, La agonía de Europa; lo conseguí usado, en él explica la violencia de Europa en la Segunda Guerra Mundial, un libro bellísimo.

¿Qué libro no has leído aún?
Muchísimos. Cargo como una deuda a pagar no haber leído a algunas novelistas neoyorquinas, y a la peruana Clorinda Matto de Turner.

¿Qué libro te regresa a tu infancia?
Mi papá me leía a la hora de dormir, quizá por eso tengo la afición a Lope y a Amado Nervo. Si pudiera escoger de qué autor quisiera tener más libros en mi librero sería Amado Nervo, quisiera tener toda sus novelas, que no se consiguen, y su lectura me llevaría a mi infancia.

¿Cuál es la joya de la corona del librero?
Uno cambia de caprichos. La joya de la corona de hoy es un libro con el que he estado trabajando: una biografía que me costó mucho trabajo conseguir, de Marieta de Veintimilla, escritora ecuatoriana, escrita en México por Enrique Garcés cuando fue agregado cultural en nuestro país, allá por los años cuarenta. Marieta publicó un libro de aventuras en 1890; en realidad son sus memorias, pero noveladas, y no se puede conseguir. Huele a libro viejo, a lo que huelen las obras finas de papel.

¿Qué libro has regalado?
Es un clásico que todos hemos leído: El llano en llamas. Me di cuenta de que el compañero de mi vida no lo había leído e inmediatamente corrí a comprarlo porque cómo podía ser que la persona con la que vivo no lo hubiera leído. También le regalé a Borges y a Cortázar y a Puig y a Rosario Castellanos y a Arreola, quien, hoy, es mi autor mexicano favorito.

¿Qué autor se repite más veces en el librero?
Depende cómo cuente las repeticiones. Uno debe ser Lope de Vega, porque cargar sus obras completas me cuesta mucho trabajo. De Rulfo tengo varias traducciones en inglés.

¿Cuál libro no has regresado? (es decir, que no es tuyo).
No robo libros en las librerías —lo hacían mucho los poetas de mi generación—, excepto una vez, en París. Sin querer me puse debajo del brazo las memorias de Dumas, me salí de la librería y tres cuadras después me di cuenta. Pensé en regresarlo pero me imaginé la aspereza del parisino, cómo la mexicana iba a explicar que se lo había robado sin querer. Iba a ser una cosa espantosa y terminé robándolo, vivo con esa deuda, pero valió la pena haberlo hecho. No lo regresaré nunca del centro de mi alma.

MasCultura 08-sep-16