Un héroe disléxico da esperanza al mundo en LAS TRES CARAS DE LA LUNA
Un joven disléxico de 15 años se erige en un atípico héroe en Las tres caras de la luna, la última novela de la escritora inglesa Sally Gardner que se acaba de publicar en español.
Standish Treadwell es un adolescente "que no encaja" -explica Gardner en entrevista-, tiene un ojo de cada color y no sabe leer ni atarse los zapatos, lo que le convierte en víctima del acoso escolar pero al mismo tiempo le da una fuerza que le permite burlar a la sociedad dictatorial en la que vive.
Las tres caras de la luna, del sello Nubes de Tinta de la editorial Random House Mondadori, es un claro ejemplo de literatura intergeneracional, escrita para un público joven pero que cautivará a cierto tipo de adultos "con mucha imaginación", según la autora.
Lo que empieza como una novela aparentemente inocua se va tornando en algo mucho más oscuro hasta perfilar el crudo retrato de un mundo donde los hombres tiranizan a sus congéneres hasta extremos insospechados.
Treadwell vive con su abuelo en la Zona Siete, el barrio marginal donde son relegados todos los "impuros" que no comulgan con el régimen opresor de la Patria.
El niño, que es disléxico como la propia escritora -aunque en ningún momento aparece esa palabra en el texto-, vive una existencia precaria y solitaria con su abuelo, pues sus padres han desaparecido y es acosado por sus compañeros en el colegio.
"Quería escribir sobre un niño que está furioso", explica Gardner en una cafetería del norte de Londres, y reconoce que muchas de las vivencias del joven son similares a las que ella misma padeció en su infancia.
"Creo que la experiencia de la tiranía, sea en un país, en el hogar o en el patio del colegio, es universal", afirma la autora, quien, como su personaje, aprendió "a sobrevivir con la imaginación".
Es la imaginación y su original manera de ver el mundo lo que permiten a Standish urdir un plan para boicotear a la Patria, algo que solo es capaz de hacer después de conocer a Héctor, un carismático vecino de su edad que le ayuda a descubrir el coraje en sí mismo y algo más…
Esta es la primera vez que Gardner, que no aprendió a leer hasta los 14 años -aunque luego le fue "muy bien" con sus estudios de arte-, escribe tal como ella ve "el mundo", con cosas que no tienen nombre propio y desde la perspectiva de una persona "poco convencional".
"Me gusta la gente que está en los márgenes, que no se ajusta a los estereotipos de lo que se considera aceptable. Yo siempre me he sentido así", confiesa.
A día de hoy la autora convive razonablemente con su dislexia y tiene una ayudante, Rose, que la asiste en las tareas más difíciles para ella además de un editor que le ayuda a pulir los textos de erratas.
Sus novelas, en las que a menudo figuran niñas como protagonistas, tienen un tono muy diferente a las de otros escritores para jóvenes como J.K. Rowling, por cuyo Harry Potter Gardner siente "una profunda admiración" aunque se pregunta si habría tenido tanto éxito si la protagonista fuera, en lugar de Enrique (Harry), Enriqueta Potter.
Con Las tres caras de la luna, ganadora del premio Costa 2012 del Reino Unido, Gardner marca un punto de inflexión en su carrera que cimentará con su nueva novela Tinder, basada en El yesquero, de Hans Christian Andersen, y que saldrá en noviembre.
Tras esta aventura para los "eternamente jóvenes", en la que explora las consecuencias de la guerra, es muy posible que se lance con su primera novela solo para adultos.
"Tengo un par de ideas que me rondan la cabeza", adelanta misteriosa, y preguntada sobre cuál será la principal diferencia entre sus libros para jóvenes y los de adultos, contesta con humor: "¡Más sexo!"
Imagen: Portada del libro Las tres caras de la luna de Sally Gardner.
Londres, 27 mar (EFE)