La hora ciega

Juvenal Acosta nació en la Ciudad de México en 1961. En Michoacán ganó el concurso estatal de poesía en 1984 con Diciendo unas palabras negras. Desde 1986 vive en San Francisco donde realizó un doctorado en la Universidad de California.

Publicó en inglés la antología de poesía mexicana: Light from nearby window, el poemario Paper of live flesh de1990, Tango of the scar. Así como el ensayo Tauromaquia. Su primera novela, Cazador de tatuajes, fue publicada en 1998, le siguió en 2003, Terciopelo violento y Tenebroso, el último inmortal en 2016.
Participó en la antología de cuento erótico, Las armas de Venus de 2004.

BIBLIOGRAFÍA
Diciendo palabras negras (1984)
Cazador de tatuajes (1998)
Terciopelo violento (2003)
Tenebroso, el último inmortal (2016)

Con la dosis de oscuridad y erotismo que caracteriza el estilo de Juvenal Acosta, trece años después, llega el esperado desenlace de la trilogía Vidas Menores.

Julián ha cambiado de manera radical; ahora tiene una apariencia serena pero cruel. Su mirada y sus vísceras se han corrompido por el siglo en el que le tocó vivir, aunque su única constante sigue siendo la Condesa, a quien ahora busca desesperadamente en Nueva Orleans. La femme fatale ha comenzado allí una efímera relación con un policía que investiga el caso de un asesino sexual en serie. La vida y sus desencuentros impiden que los amantes hallen el camino hacia sus cuerpos, buscándose a tientas en el de los otros.
En La hora ciega se despliega la cartografía del placer y el deseo, y nuevos personajes se suman a la trilogía para revelar los peligrosos secretos del corazón humano.

“Cada que pienso en ti un pájaro se estrella contra alguna de mis ventanas. A veces es un pájaro pequeño el que vuela a toda velocidad y ciego e indefenso se estrella contra el vidrio; el sonido es diminuto y brutal que produce su cuerpo me alarma y me despierta con el ruido de su muerte. Una noche gaviota lerda rompió el vidrio grande de la estancia principal y vino a moririse frente a un lienzo donde yo trabajaba en la imagen de Galatea tomando a Polifemo con la boca”.

Fragmentos de libreta

“La belleza pura no existe más que en la imaginación de los desesperados y en la nostalgia de los ciegos”.

“La edad no nos hace mejores, nos vuelve cínicos, nos debilita, nos enferma. La edad entorpece nuestros músculos, nos perfuma el cuerpo con el olor de la descomposición de la carne, anuncio de la muerte. La sabiduría, esa variante del cinismo, es el estado de gracia de la decrepitud, es el premio indeseado en la antesala del infierno”.

“El país que conocí ya no existe. A la ciudad la destruyeron los canallas. Los niños de mi país no son símbolos de esperanza ni la solución del futuro, son simplemente carne de cañón del apocalipsis, sicarios y víctimas de la vida.
Le ruego a Dios que me lleve cuanto antes al panteón para evitarle a mis ojos el dolor de seguir viendo”.

MasCultura 24-mayo-17