Vicente Rojo culmina su exploración sobre volcanes con la serie "inventados"

El artista mexicano de origen español Vicente Rojo presentó ayer en México la serie "Volcanes inventados", compuesta por doce grabados y dos esculturas, con los que culmina una exploración sobre estos accidentes naturales a la que ha dedicado un cuarto de siglo.

Rojo (Barcelona, 1932) dijo ayer que en México, su país adoptivo, "la imagen del volcán tiene un poder muy decisivo", pero también son importantes en España, especialmente en las Islas Canarias, donde ha trabajado sobre ellos de la mano del poeta Andrés Sánchez Robaina.

"En ese punto podríamos unirnos España y México", explicó el artista, quien acompañado de su esposa, Bárbara Jacobs, inauguró este mediodía en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 1 de julio.

La primera idea o esbozo de un volcán la realizó Rojo en 1987, cuando trabajaba sobre pirámides en la serie Escenarios, una de las cinco de su obra.

Su punto de partida fueron figuras cónicas, asociadas con los volcanes, y triangulares, inspiradas en las pirámides.

"Finalmente el volcán dominó y entre una forma geométrica maravillosa, que es el triángulo, o el cono, me quedé con ellos y traté de darles, no sé si les di, esa imagen tan poderosa que es un volcán", explicó.

"No quería representar esa imagen de ninguna manera. Quería crear mis propias imágenes y así fue que fui haciendo esta serie que se llamó 'Volcanes construidos' o, en este caso, me gusta más, 'Volcanes inventados'", señaló.

La muestra está dedicada a los jóvenes, por lo que el artista le buscó un título sugerente: "Me parece que es más atractivo que ellos piensen que las cosas se pueden inventar. A lo mejor hasta se pueden inventar, como yo trato de hacer, volcanes", comentó.

La serie la forman grabados en papel y dos esculturas de bronce tituladas "Volcán encendido 1" y "2", hechas todas ellas de 2000 a 2004.

La exposición tiene un fuerte anclaje en este país, que el artista considera "volcánico en todos los sentidos".

Autor de una amplia obra de pintura, diseño gráfico y escultura desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, desde 1980 comenzó a alternar pintura y escultura.

"En esta exposición quise enfrentar o combinar algo que no había hecho antes, que es la delicadeza del papel con la presencia fuerte del bronce. Ese es un poco el sentido que tiene esta exposición", afirmó.

Rojo llegó a México en 1949 y en este país estudió pintura y tipografía, antes de convertirse en 1960 en cofundador de la editorial Era, de la que fue director artístico, y proyectar una extensa carrera.

Los críticos consideran a Rojo un autor abstraccionista y lo sitúan en el movimiento artístico mexicano de "La ruptura", que ha buscado nuevos lenguajes formales y conceptuales. Él se concibe más que nada como un innovador en la forma y el color.

Vicente Rojo es sobrino del general Vicente Rojo Lluch, un destacado jefe republicano español que se opuso al alzamiento del dictador Francisco Franco.

A lo largo de los años su obra se ha expuesto en diversos recintos de México, así como en la Universidad de Texas, en Austin, en el Círculo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y el Museo Casa de la Moneda de Madrid (España), entre otros recintos.

Vicente Rojo se hizo acreedor en 1991 al Premio Nacional de las Artes que otorga el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y ha recibido la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que le otorgó el Gobierno español.

Además, es doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y muy conocido como diseñador de la primera portada de Cien años de soledad, la célebre novela del colombiano Gabriel García Márquez.

México, 2 jun (EFE)