Sabemos que odias las historias de tribunales, especialmente porque tu madre las ama, pero… LA CONFESIÓN de John Grisham
Admítelo: juraste que nunca leerías a John Grisham. Puedo incluso imaginar la escena: esa noche pusiste tu mano sobre El Canon Occidental y prometiste que nada te haría leer La firma, El informe Pelícano o la saga de Theodore Boone: joven abogado. Aunque, bueno, conviene recordar que también juraste nunca estalkear a tu ex novia.