Sunshine: de las mejores películas de ciencia ficción

El mundo ve aterrado cómo el Sol, esa estrella que alimenta a todo y a todos en este planeta, se apaga. Los cálculos fallaron y el calor escapa del planeta, que se hunde en un invierno no solamente permanente sino terminal. La salvación (o el último respiro) es la reactivación del Sol y una nave fue enviada para encenderlo de nuevo.

Falló.

Una segunda nave con científicos especializados emprende el mismo viaje hacia la estrella para cumplir su misión y de paso saber qué fue lo que ocurrió con la anterior. Es la misión Ícaro 2 y la humanidad entera espera que el nombre no sea premonitorio.

Sunshine (espantosamente rebautizada en México como Alerta solar) es una de las mejores películas que la ciencia ficción ha entregado en este siglo y ello no depende solamente de las capacidades de su director, Danny Boyle o del novelista -convertido aquí en guionista- Alex Garland, sino en la serie de novedades que al género le inyectaron a veces sin darse cuenta.

Entendiendo que el Sol es para muchas culturas el dios más poderoso de todos y sabiendo que antes de esta película ninguna otra había enviado una nave espacial en esa dirección, la ficción surgida de hechos científicos cobra niveles de lectura alucinantes y muy divertidos.

Conociendo a Danny Boyle podemos agregar que el lenguaje visual de la película no decepcionará jamás y que, al contrario, propondrá un par de cosas no menos entretenidas. Admitamos que el señor es una especie de Rey Midas en estas cuestiones y gocemos de un reparto hasta cierto punto atípico en este género.

Angustia, incertidumbre, claustrofobia en el espacio exterior, un mano a mano con dios-Sol y encima de todo ello, un soundtrack autoría de Underworld. Sunshine fue quizá una película incomprendida, a tal grado que muchos ignoran que es de Boyle. Es hora de que, igual que el Ícaro 2, viajemos hacia donde no se ha hecho y exploremos esta pequeña joya de la ficción científica.

Por Erick Estrada www.cinegarage.com