A la sombra del árbol violeta
"A la sombra del árbol violeta" son varias historias en las que sus personajes viven la transición de un Irán posrevolucionario, de los años ochenta hacia la primera década del 2000. Éstas se conciben en una narración cercana a la oral, en la que sus habitantes hablan del dolor, de los recuerdos arrebatados, de la familia y del temor a Dios. La primera de ellas es la de una mujer, Azar, quien pasa su embarazo recluida en una cárcel.
Azar, presa por acciones políticas, debilitada por el encierro y la incertidumbre del futuro de su bebé, es trasladada por “los Hermanos”, como se les denomina a sus carceleros, a un hospital para que dé a luz: al menos su hija, Neda, nacerá en libertad. Sin embargo, ambas son trasladadas nuevamente a la cárcel de mujeres en la que transcurrirán los primeros días de una nueva vida como madre e hija. Sin importar el transcurso del tiempo, esos primeros días en la vida de Neda determinarán todos los demás: “Neda recuerda muy bien la advertencia materna el primer día de escuela: ‘¡Nunca le digas a nadie dónde estuvieron tus padres!’”.
La novela de Sahar Delijani tiene un sustento biográfico, pues ella misma nació dentro de una prisión, la de Evin en Teherán. Sus padres fueron declarados criminales políticos del régimen islámico y fue criada por sus abuelos. Antes de 1988, año crucial debido a la “gran purga” de presos, fueron liberados, así que Delijani como sus padres y hermanos se reubicaron en Estados Unidos. De este modo, su primera novela es la construcción de una ficción de un pasado real. Por eso algunas historias tendrán que ver con ella o con otras que le contaron sus familiares y amigos.
Si bien Neda es el alter ego de Delijani, en otros personajes se identifican rasgos de sus propias vivencias. “Sabe que en otra vida, en otro lugar, él habría sido su enemigo. Habría estado tan lejos de ella como cerca está en Italia, pues allí, a miles de kilómetros de distancia, se pierde el devastador carácter personal de la historia, la cual pasa a convertirse en algo que uno ve en las noticias.”
Lo interesante de la novela, además de contar los estragos de una generación joven que quiso cambiar a su país, es el relato biográfico trasladado en un conjunto de historias breves de manera coherente, en las que encontramos personajes que se aman y son separados, familias destruidas, y un constante sentimiento de miedo sobre el presente que viven y el futuro que les depara en un país que no alcanza a reconstruirse cuando ya está siendo destruido otra vez.
El relato de Amir resume muy bien lo que Delijani intenta encerrar en este libro, la idea de forjar una fe en un mundo violento: “En la nueva cárcel, la oración formaba parte del adiestramiento de los reclusos. Los habían trasladado allí con el fin de convertirlos en hombres temerosos de Dios. Pero, en ese mundo de violencia y locura, Dios no era lo que más temía Amir”.
Por Perla Holguín Pérez
-A la sombra del árbol violeta, Sahar Delijani, España, Salamandra, 2014, 284 pp.
Mascultura 05-may-15