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Que hablen los muertos

Desde su primera emisión en los Estados Unidos, el 6 de octubre de 2000, la serie televisiva C.S.I. Crime Scene Investigation, cambió por completo la percepción que solía tenerse del trabajo de investigación policiaca. Cinco años más tarde, Bones aportó una nueva vertiente de la labor forense. Por primera vez, la resolución de un enigma criminal no estaba en manos de la capacidad de observación y análisis de un detective sino que convertía a la ciencia forense en el protagonista de la resolución de estos casos. A partir de ese momento, las pruebas de balística, las de toxicología, pero sobre todo el perfil de ADN se integraba a las conversaciones habituales. Pero así como acercó esta disciplina a todos, también ofreció una imagen glamourizada y falsa de este trabajo científico.

Ante el creciente interés del gran público por esta disciplina, los doctores Enrique Dorado, director del Museo de Antropología Forense de la Universidad Complutense de Madrid y José Antonio Sánchez, responsable del Laboratorio de Antropología del Instituto Anatómico Forense de España, presentan un libro que pretende desmitificar las creencias erróneas sobre su labor. Y lo logran de una forma por demás entretenida y ligera, sin dejar de lado el rigor científico.

Abundante en ejemplos, sobre casos emblemáticos españoles, Lo que cuentan los muertos describe el día a día de los laboratorios en la península ibérica, cómo se procesan las evidencias forenses y la manera en que se integran las investigaciones policiacas.

Conocida en España como Medicina Legal, esta disciplina distingue dos grandes grupos de fallecimientos: por un lado las muertes naturales, consecuencia del final de un proceso morboso o de enfermedad; por el otro lado se encuentran las muertes violentas, que pueden tener un origen accidental, suicida u homicida. De más está decir que estas últimas son las de mayor trascendencia médico legal.

En Lo que cuentan los muertos tenemos la oportunidad de conocer la realidad del proceso de análisis del ADN, cómo su efectividad se ve limitada por la calidad de las muestras y sobre todo, que los resultados pueden tardar semanas, y no unas cuantas horas como nos cuentan las series televisivas. Las circunstancias del fallecimiento de una persona pueden determinar que los resultados no resulten concluyentes, por lo que aseguran los autores que esta ciencia puede ser todo, menos precisa.

El trabajo de este par de especialistas españoles no solamente se circunscribe al ámbito criminal, sino también a la historia, la arqueología, la medicina preventiva y los estudios ocales. La medicina legal ha permitido la identificación de restos históricos, la identificación y datación de restos de santos católicos, la identificación de los desaparecidos de la Guerra Civil Española, además de uno de los casos más mediáticos: identificación de la tumba y osamenta de Miguel de Cervantes.

En suma, un volumen de divulgación científica que cumple con todos los requisitos del género, que nos ayuda a comprender, a diferencia de la ficción televisiva, que los protagonistas no son los forenses sino los restos de los que fueron seres humanos.

-Enrique Dorado y José Antonio Sánchez: Lo que cuentan los muertos. México, Paidós, 2015, 212 pp.

Por Andrés Mayo Góngora

Mascultura 14-oct-15