El arte de Art Spiegelman en LA FIESTA SALVAJE

Si La Fiesta Salvaje, libro de Joseph Moncure March, inspiró a William Burroughs a ser escritor debe tener algo bueno. Y si además le agregan el arte del ganador del Pulitzer, Art Spiegelman (MAUS, a survivor’s tale, 1992) tiene en las manos una joya. Esta novela, que en realidad es un poema, fue transformada en novela gráfica en 1994 por Spiegelman, reviviendo un clásico al mismo tiempo que dio vida a uno.

Su arte es abrumador, fuerte, sombreado y sin detalles, más bien expresión y arrojo. La historia original de 1928 ya tenía en sí un oscuro desarrollo, en cada prosa se veía venir el desastre, la locura, el caos de una sociedad joven, poderosa ya y sin supervisión, receta para el salvajismo.

Spiegelman entiende eso y no exagera en absoluto con sus ilustraciones en blanco y negro, sabe bien cuándo debe ir una y cuándo son las palabras suficientes, algo no fácil pues el poema entero es sumamente visual, lleno de imágenes y flashbacks. Sin duda la ilustración del libro debió ser una constante tentación para Spiegelman, la cual supo controlar y equilibrar.

La ambientación es otra maravilla, la historia, sin contar mucho ni arruinarles nada, es una crónica de cómo una fiesta se deja ir; por lo cual los detalles y sutilezas eran importantes, pero el artista las consigue segmentando viñetas, entendiendo que al presentar sólo una parte se ilustra el todo, e incluso mucho más. Considerando la atmósfera sucia, de rincones oscuros, cigarros, escotes, tacones y vestidos largos pero escotados, sombreros y gestos (constantes gestos); no parece tarea fácil, pero verán es lograda sublimemente, y esto porque con sus ilustraciones suceden dos cosas, una, que se te vienen encima y te envuelven, y la otra que antes de que ello suceda uno está ya dentro queriendo llegar cada vez más profundo, queriendo ser quien extiende la mano, queriendo ser quien prueba el vino, tocar un cuello, hacer un gesto.

Una particularidad del texto es que en 1968, cuarenta años después de escrito el poema, March lo revisó y editó lo que consideró conceptos antisemitas. Sin embargo, Spiegelman retomó el manuscrito original para esta renovación gráfica, y es que aunque es judío, Spiegelman demostró en su obra MAUS que entendía las partes positivas del judaísmo tanto como las negativas, así como las constantes paradojas que se han creado para bien o para mal —muchas veces producto de las circunstancias—, como en el caso de este libro, su momento y referencias, por lo que no había ninguna ofensa, y así existe esta renovada versión. Una maravilla para disfrutar.

Por Juan Cárdenas @Desautomatas

Imagen 1-4: Portada e interior del libro La Fiesta Salvaje de Joseph Moncure March e ilustración de Art Spiegelman.
Mascultura 29-Oct-12