Vivir con el acelerador a fondo: CERO CERO CERO de Roberto Saviano

Aunque no se necesita ser un indisociable de las teorías de la conspiración para imaginar cómo se engrana el mundo, quizá sólo se necesite un poco de suspicacia para adivinarlo. Piensen mal y acertarán, dicta el refrán. Lo que mueve en gran medida al mundo, a la gente, intereses, negocios, empresas, la economía no es el codicioso oro negro, sino la cocaína.

Roberto Saviano, en un acto inestimable de arriesgada investigación, nos comparte “CeroCeroCero: cómo la cocaína gobierna el mundo” (Anagrama, 2014). Y digo arriesgada, porque no por otra cosa, sino por su labor periodístico-literaria y moral comprometida, le han ocasionado acompañar su día a día con una escolta que lo protege en cualquier lugar.

“CeroCeroCero” es un viaje a la semilla y un árbol a la vez que crece y decrece. En él recorremos todo el mundo para conocer los senderos por los que ha transitado el Narcoestado: los traficantes, los sicarios y el gobierno. Roberto Saviano nos comparte el resultado de mirar el abismo directamente, por lo que este libro es la experiencia de ese intercambio de miradas. Seguro les sonarán algunos nombres y algunas siglas: Joaquín El Chapo Guzmán, Caro Quintero, Amado Carrillo Fuentes, Las FARC, las AUC, el cártel del Golfo, de Sinaloa, de Tijuana, de Medellín, de Cali, Los Templarios, La Familia, los Zetas, la Cosa Nostra o la ‘Ndrangheta; cocaína, muerte, sangre, corrupción. Todos ingredientes y motores de una de las economías más apabullantes del mundo: el narcotráfico.

Roberto Saviano escribe un libro para personas de estómagos resistentes. Y no es para desvalorar la advertencia. En “CeroCeroCero” le hacemos frente a una porción putrefacta extraída del mismo infierno. Narraciones de gente torturada que pide por su familia antes de ser asesinada. Exmilitares que desertan de las filas para involucrarse en el desenfreno de una nueva carrera armamentista en México, demostrando toda la pasión por servirle.

La cocaína es el motor y nosotros los engranes. ¿No les pasa que el tiempo ya no alcanza? Que la vida, el trabajo, la escuela, la familia, las salidas nos exigen más tiempo, el cual parece acortarse. Tenemos que rendir más en menos. Tenemos que hacer mucho más, el doble, el cuádruple en menos. Los años pasan más rápido que un carro último modelo, las modas terminan antes de lo esperado, la nueva generación telefónica surge antes de poder comprender la complejidad de la recién adquirida. En un supermall que se diluye entre nuestros dedos surge un producto que ayuda a mantener el acelerador a la velocidad adecuada: la cocaína. Vives al máximo y mueres de igual forma. También hay prisa por encontrarse con la muerte, pero más vale vivir al cien en este momento que esperar a que la vida se nos acabe.

“CeroCeroCero” deja al descubierto un mundo con el que a veces se convive sin darse cuenta: está presente en todos lados. Roberto Saviano nos comparte estas adecuadas palabras para construir “vida más allá de la vida”, palabras que buscan y tienen que salir de las páginas, para que todos juntos le hagamos frente al abismo que se escurre –o se esnifa– rápidamente.

Rolando Ramiro Vázquez Mendoza

Imagen: Portada del libro “CeroCeroCero”, de Roberto Saviano.
Mascultura 24-Mar-14