Entre el Jazz y la vida; BILLIE LUNA GALOFRANTE, de Antonio Malpica

¿Creen en los milagros? ¿O en el destino? La frase “sucedió por algo” es tan común que nadie niega su veracidad. Como cuando uno va caminando por la calle y alguna razón hace que se detenga justo en el momento previo en el que un carro pasa rozando la banqueta a una velocidad imposible de esquivar.¿Suerte? ¿Azar? ¿O se trata de pequeños accidentes o acciones que provocan un cambio cualitativo en el desenlace de las cosas? Seguro tendrán alguna anécdota en su mente, así como Billie Luna, una pequeña que por estar esperando la llamada de un chico que le gustaba no acompañó a su padre el día que sufrió el accidente que le cambió la vida.

Billie Luna Galofrante” (Grupo Norma, 2008), de Antonio Malpica, cuenta la triste y normal historia de Billie, una madre de dos diablillos, viuda y presa de sus interminables compromisos, quien, una tarde mientras intentaba bajar a su hijo de una jacaranda, recibe la llamada de su madre diciéndole que su padre, tras un coma de 19 años, por fin había despertado.

Billie, que cargaba con su difícil vida a los treinta y pocos años se suma la noticia del despertar de su padre que, de cierta forma, había dejado de ser su padre. Óscar Luna había quedado en coma, para que 19 años después recobrara el conocimiento creyendo fervientemente ser Dizzy Gillespie, el jazzista de Carolina del Sur.

¿Ustedes qué pensarían de esa persona que es, pero también ha dejado de ser? Sarah, la hermana de Billie, así como el resto de su familia, creen que Óscar, digo, Dizzy, está mejor que nunca, más feliz y saludable. ¿Se empeñarían en buscar la forma de decirle que Dizzy –el que sí había nacido en Estados Unidos y no en México– tenía varios años muerto? Antonio Malpica juega con la metáfora del jazz como la posibilidad máxima de libertad en cuestión de perspectiva, de identidad, de creencias, para reflexionar en torno a cosas que se dan por sentado: ¿qué es lo verdadero? No. En la vida de Billie, no hay una verdad absoluta, aunque se empecine en encontrarla, como muchos seguro lo harán. No hay certezas, sino dudas, hay formas de ver los mundos y de experimentarlos.

“Billie Luna Galofrante” es un elogio a la libertad y un choque con pared para aquellos que quieren tener siempre el orden y la razón en cada milímetro de su existencia. Es inevitable que, por más perfeccionismo, exista algo que tire el castillo de naipes. El jazz es pura libertad, pregona la novela. Y nada es más libre que el jazz, ni siquiera la vida.

Por: Rolando Ramiro Vázquez Mendoza (@LordNoa)

Imagen: Portada de “Billie Luna Galofrante”, de Antonio Malpica.
Mascultura 04-Jul-13