Canciones del exilio latinoamericano, ¡no se olvidan!
La historia de Latinoamérica –o Nuestra América– está llena de encuentros violentos, de intervenciones y choques culturales, muchas veces impulsados por la mano extranjera. Chile, Uruguay, Argentina, Cuba, Paraguay entre varios países más, incluyendo el nuestro, que en palabras del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, en un debate donde se encontraban Octavio Paz y Enrique Krauze, fue considerado el país con la dictadura perfecta, por la larga permanencia de un sólo partido en el poder.
Este fin de semana, en memoria de los ciudadanos caídos y de los sobrevivientes de aquellos golpes de estado, que llegaron a México en la década de los setenta, se llevará a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México –otro lugar tan lleno de memoria en nuestra megalópolis– el concierto Canciones del exilio latinoamericano; rock, tango y trova sonarán a partir de las 17:00 horas en el marco del XXXII Festival del Centro Histórico 2016.
Los participantes son invitados cuyo pasado tiene una relación con los acontecimientos de los que aún se están recuperando varios países de Latinoamérica. Hayan o no vivido la parte más cruel de la dictadura, ésta es un suceso que afecta a todos en distinta medida.
Hoy tuvimos el gusto de platicar vía e-mail con artículo 33, conformado por Federico Bonasso (de la banda Juguete Rabioso, fundada en los noventa); Nacho Maldonado y Martín García Reinoso, quienes se presentarán en el segundo bloque del evento llamado “Los hijos del exilio”. Les compartimos un extracto de la charla como parteaguas del evento que mañana agitará el corazón de la ciudad:
Si bien ya son casi cincuenta años, casi medio siglo, de los eventos que obligaron a cientos de familias a salir de sus países, ¿cuáles son los sentimientos o reflexiones que los atraviesan en un evento como éste que conjuga historia y arte?
Federico Bonasso (FB): La herida del exilio es permanente, seguirá con nosotros siempre y pasará a nuestros hijos mexicanos como una añoranza. Para nosotros, como segunda generación, es muy emocionante alternar el escenario con admirados compositores, como Viglietti, y a la vez poder mostrar nuestras canciones que fueron hechas en México ya (la mayoría de nosotros llegó siendo muy niños).
¿Podrían decir que el escenario artístico y social ha cambiado en Latinoamérica? ¿Para bien o para mal?
(FB): Depende el país, pero la injusticia sigue siendo un tema sin solución en nuestro continente. Aunque no haya dictaduras sanguinarias como las que causaron el exilio sudamericano o guatemalteco, o de tantos otros países de la región en los 60's y 70's, la represión a la protesta social, la asimetría entre ricos y pobres y tantos males contra los que pelearon nuestros padres siguen tristemente vigentes, e incluso se han incrementado. Lo que sucede en México hoy es intolerable. Y el arte, aunque no tiene la obligación, muchas veces no puede ser indiferente a esta realidad, y termina siendo una denuncia.
¿Hay algún libro que los haya influenciado para escribir sus canciones o que los haya marcado a ustedes en su persona y carrera musical?
(FB): En mi caso, muchos. Particularmente El Juguete Rabioso, de Roberto Arlt, a quien pedí prestado el título para fundar la banda de rock que tuve en los 90, curiosamente con otro hijo de exiliados (en su caso chileno): Santiago Behm.
¿Qué cambios han tenido ustedes tanto en su persona como músicos profesionales y en su propuesta musical?
(FB): Los integrantes de esta reunión llamada artículo 33, Martín García Reinoso y Nacho Maldonado (junto conmigo), acompañados por excelentes amigos y músicos mexicanos, curiosamente nos hicimos músicos en México. Martín volvió a vivir a la Argentina, pero la huella mexicana es tremenda: toda nuestra música tiene tintes de aquí o sino temas de aquí.
¿Cuáles son sus expectativas con un evento como Canciones del exilio latinoamericano?
(FB): Compartir con el público algo más que el agradecimiento permanente que tenemos con México: compartir, a través de nuestras canciones, el cómo nos hemos hecho paulatinamente de aquí. De cómo queremos a este país tanto como al que dejamos siendo niños, y de cómo nos duele lo que le sucede hoy.
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MasCultura 18-mar-16