Para leer el diario de Greg

Greg es el sándwich, ya sabes, el de en medio, es decir tiene un hermano grande, Rodrick, y un hermano menor, Manny. Los tres viven en casa con su padre, que ignoro a qué se dedica pero trabaja en una oficina, mientras su madre se ocupa la mayor parte del tiempo en cuidar a Manny.

El mejor amigo de Greg se llama Rowley y a veces lo abochorna o más bien, es difícil seguirle la corriente a Rowley, que se comporta como niño, mientras Greg espera que lo traten más como mayor, y con más razón si se trata de llamar la atención de esa chica tan popular y tan bonita, que además es súper inteligente y bondadosa: ayuda a los demás, como a los niños que quieren aprender a jugar tenis en el Club de Playa, del cual Greg no es miembro porque es un club muy exclusivo, y aunque Greg le “tira la onda”, ella sólo lo ve como un amigo.

Aunque Greg quiere mostrarse maduro y cambiar su círculo de amistades, le cuesta un poco de trabajo, en ocasiones opta por encerrarse para jugar videojuegos, lo que suele desagradarle a su padre, y por lo cual le insiste que haga otras actividades como salir o hacer algún deporte.

Durante el verano, Rowley le ayuda a entrar al Club de Playa —¿quién iba a pensar que sería de tanta ayuda?—, ahí será más fácil encontrar a la chica que le gusta, y tener la oportunidad de hablar un poco más con ella, tendrá que evadir las preguntas de papá, porque a él le dijo que iría a trabajar cuando sólo tiene la intención de ir a divertirse. Por otra parte tiene que lidiar con las trampas de Rodrick, su hermano mayor, ¿recuerdan? Ya antes le ha puesto varias, como hacerle creer que tiene que salir corriendo a clases cuando las vacaciones aún no terminan, o meterle un zapato de Barbie en la nariz.

No hagan demasiadas preguntas, es muy curioso cómo Rodrick se las ingenia para hacerle maldades, pero al mismo tiempo no es capaz de escribir bien el nombre de su banda de rock: “Celebros muertos”, detalle que nadie se ha tomado la molestia en corregir, sin decir que cuando ensaya con la banda es un fastidio. Greg, además, tiene que estar al pendiente de los caprichos de su hermano menor, Manny, que es el consentido de su mamá, y al que hay que prepararle el desayuno, asearlo cada vez que se hace pipí o estar al pendiente por si se le ocurre hacerlo en la alberca mientras Greg está cerca.

Así es la vida de Greg en términos generales, pero tiene muchas otras historias, como lidiar con maestros y exámenes, o con los mismos tontos de cada una de sus clases, hacer tareas, inventar algo para Halloween o hacer presentaciones de teatro en la escuela. Greg ha decidido escribir lo que pretende que sean sus memorias en al menos once capítulos, bajo el título de Diario de Greg (RBA Océano), cuyo autor real —o sea de carne y hueso— es Jeff Kinney. Estos libros los puedes leer en orden o abrir en cualquier página, y disfrutar de las historias que Greg nos cuenta.

Por Juan Manuel Velázquez Miranda

MasCultura  14-abril-17