Padres de novela
Sabemos que el Día del Padre ya pasó, pero como una sola fecha no basta para celebrar a aquellas personas que nos han enseñado tanto, a continuación les presentamos una lista con cinco novelas donde la figura paterna es el tema central.
“Matar a un ruiseñor” de Harper Lee
El ejemplo perfecto de un padre modelo en la literatura norteamericana se puede definir en un sólo nombre: Atticus Finch. En su novela “Matar a un ruiseñor”, Harper Lee se encarga de crear un emblemático personaje que prácticamente se roba la novela. Ambientada en Alabama durante el periodo de la Gran Depresión, la historia es narrada por la pequeña hija de Atticus, Scout Finch, quien sólo puede ver a su padre como un héroe. Y no es para menos ya que el señor Finch, abogado sureño, se enfrenta muchas adversidades que se originan a partir de que decide defender a un hombre de raza negra acusado de violación, en una sociedad conservadora donde el racismo y los prejuicios morales se encuentran en su máxima expresión.
Una promesa en el lecho de muerte de su madre conduce a Juan Preciado a un fantasmagórico viaje a Comala en busca de su padre. En aquel pueblo lleno de murmullos todos tienen algo que decir sobre su padre, Pedro Páramo, “un rencor vivo” le dicen algunos, temido y hostil pero respetado al mismo tiempo. De ahí que uno de los temas centrales de la novela cumbre de Juan Rulfo sea una múltiple paradoja sobre la paternidad.
“Carta al padre” de Franz Kafka
Pocos saben que la famosa carta que Hermann Kafka (padre de Franz) jamás leyó tenía una extensión original de 103 páginas, 45 más que la versión final. Completamente escrita y corregida a mano, el contenido de la carta está repleta de críticas (en su mayoría) que el escritor hace a su padre. La relación entre ambos estaba fragmentada, llena de rechazos y comparaciones que ocasionaban sentimientos de inferioridad al autor de “La metamorfosis”. A pesar de que este texto fue un medio de escape para el escritor de origen judío, también resulta un relato íntimo y vital para conocer una parte muy importante de su historia.
“Un pez gordo” de Daniel Wallace
Si te suena familiar el nombre de Edward Bloom seguramente conoces las aventuras fuera de serie que este personaje vivió en la novela “Un pez gordo” o en su famosa versión cinematográfica “El gran pez”. El extraordinario narrador de historias Ed Bloom recorría el mundo encontrándose con gigantes incomprendidos, mujeres de dos cabezas y demás seres insólitos, pero eso no le eximía la responsabilidad de ser un gran padre y excelente esposo. Aunque al inicio de la novela su hijo Will sospecha que su papá no ha sido del todo sincero, la conexión que se va describiendo entre ambos a lo largo del libro resulta envidiable y conmovedora.
“Un gran chico” de Nick Hornby
Gracias a un exitoso hit navideño que su padre compuso, Will jamás ha tenido que trabajar en sus 36 años. Su vida es fácil y sin complicaciones hasta que se le ocurre la idea de inventar a un hijo falso como método de seducción para atraer a mujeres. Esta nueva táctica lo llevará a conocer a Marcus, un niño de 12 años que despertará sus sentimientos latentes sobre la paternidad.
Por Orianna Martínez
Mascultura 19-Jun-14