Lista: El otro Olimpo brasileño

Las Olimpiadas brasileñas están, aunque no en la televisión o canales de todos, sí en internet y en la boca de la mayoría. Brasil desde 2014 ha dado de qué hablar: el Mundial de Fútbol, las inmensas manifestaciones, la revuelta política (‘impeachment’) contra el gobierno de Dilma Rousseff perpetrada por Michel Temer y ahora los juegos Olímpicos. No obstante, hay otro Olimpo que decidimos visitar. En el terreno cultural, Brasil ha tenido plumas que han impactado la literatura o la filosofía internacionalmente. Aquí te platicamos de siete atletas brasileños de la cultura:

Guimarães Rosa nació el 27 de junio de 1908. Él fue un reconocido atleta en el dominio de la lengua; consiguió un vasto dominio en cerca de veinticinco lenguas, récord que ni Michael Phelps puede vencer; en cuestión de medallas en lenguas del mundo, el escritor, médico y diplomático brasileño se lleva todas las de oro. A los dieciséis años se matriculó en la Universidad de Minas Gerais, para estudiar medicina en su respectiva Facultad. Guimaraes Rosa se enlistó como médico militar y civil; posteriormente tomó la decisión de formar parte del servicio exterior de su País, por lo que, hacia 1938 fue destinado a Alemania. Fue un lapso difícil por la guerra que se desató en Europa, acontecimiento que observó en la reclusión diplomática, ayudando clandestinamente a judíos, bajo una pesada sombra de desencanto humano. Después de la guerra fue enviado a París, para finalmente abandonar los cargos públicos y dedicarse a escribir. Su obra más conocida, Gran Sertón: Veredas fue publicada un año después de Pedro Páramo, de Rulfo, con quien fue constantemente comparado. Rosa falleció el 19 noviembre de 1967.

La historia de la literatura de Brasil tiene otro campeón legendario: Joaquín Machado de Assis, quien, una vez que llegó a la madurez, fue nombrado el primer presidente unánime de la Academia Brasileira de las Letras, de la que, asimismo, fue fundador junto con varios amigos y colegas suyos. Nació en una familia pobre el 21 de junio de 1839, por lo que difícilmente pudo estudiar en alguna institución pública. Trabajó en algunos periódicos y en la imprenta oficial de Río de Janeiro, donde conoció al escritor Joaquim Manuel de Macedo. A los quince años publicó su primer poema, “Ela”, en la revista Marmota Fluminense. Machado de Assis falleció el 29 de septiembre de 1908.

Desde la lejana Europa llegó otra escritora olímpica que se consagraría como una importante autora brasileña: Clarice Lispector. Nacida el 10 de diciembre de 1920 en Chechelnik, emigró desde muy pequeña con su familia a Rumania, para conseguir pasaportes y llegar finalmente a Brasil. Fue en el continente americano donde su genio literario floreció como su carrera profesional y su vida familiar. No obstante viajó mucho, a distintos países. Alguna vez comento: “Esta Suiza es un cementerio de sensaciones” (Clarice Lispector. Fotobiografía, Conaculta, 2015). Lispector, autora de La pasión según G. H., falleció de cáncer el 9 de diciembre de 1977.

Un luchador de peso completo, guerrero incansable fue el brasileño Paulo Freire. Nació el 19 de septiembre de 1921 en una comunidad de clase media pobre en Recife. Estudió filosofía y psicología, aunque prefirió dedicarse a los temas de educación, impartiendo clases y al ser nombrado director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social. Se dedicó de lleno al trabajo pedagógico en comunidades, a pesar de las dificultades que se presentaron con el golpe de Estado. Sus investigaciones en torno a la pedagogía crítica le sumaron un reconocimiento internacional. Su trabajo más conocido es Pedagogía del oprimido y La educación como práctica de la libertad. Paulo Freire falleció el 2 de mayo de 1997, pero no su ideal educativo.

Nacido el 31 de octubre de 1902, cuando Carlos Drummond de Andrade tomó el remo, no pudo evitar continuar enfrentando la corriente y se dispuso a escribir sobre su experiencia. Cada letra es un triunfo, un momento poético en el periodismo brasileño. A los 23 años edita, junto a otros escritores La Revista, cuyo objeto era dar difusión a las expresiones del modernismo brasileño, movimiento que tiene su inicio durante la Semana de Arte Moderno realizada en São Paulo en el año 1922. Uno de los libros más afamados fue Historia de dos Amores. Vayamos a viajar con letras que son desesperantes en el amor y con la fragilidad de cada sentimiento plasmado por Carlos Drummmond, quien en 17 de agosto de 1987 falleció.

Y con un salto cae de picada en la alberca; Gabriela, clavo y canela es una de las más célebres novelas del escritor brasileño Jorge Amado, nacido el 10 de agosto de 1912, que nos detona una historia con enfoque social, una pequeña crónica de lo que puede ser Brasil; un juego interesante de personajes, que fue publicado en 1958. En una segunda fase, Jorge Amado hace una crónica costumbrista y acelerada, por personajes populares, poderosos, mafia y mujeres sensuales, matones, prostitutas. La obra es un retorno al llamado ciclo del cacao, al referenciar el universo de coroneles, matones, prostitutas y embusteros. Este era el ecosistema que conformaba la sociedad que giraba alrededor del cultivo de la planta. Jorge Amado falleció el 6 de agosto de 2001.

José Martiniano de Alencar, nacido el 1 de mayo de 1829 en Brasil, fue un escritor adelantado a su tiempo, un medallista literario bastante criticado, aunque también reconocido en la amplia pista de las letras; al campeón de escritura sincronizada no le bastó con ser un reconocido autor, además de ello, fincó su fama en el arte dramático, fue ensayista, periodista, político y crítico literario. Es considerado como uno de los primeros exponentes –casi patriarca– de la literatura brasileña y una de las figuras más influyentes a lo largo del siglo XIX en Brasil, por la importancia y las características nacionales que imprimió en sus obras. Tenemos que leer un poco o mucho de sus libros. Y así ganar algunas medallas a nuestro favor.

MasCultura 11-ago-16