Jorge Volpi cree que la ficción es "vital" para el desarrollo evolutivo

La ficción no sirve únicamente para entretener, también nos enseña a ser personas y a enfrentarnos con mayor éxito al mundo que nos rodea, hasta el punto de que juega un papel vital en la evolución humana. Es lo que defiende el escritor Jorge Volpi en su ensayo Leer la mente.

Así, el autor mexicano rechaza tajantemente la idea "reduccionista" de que el arte únicamente proporciona goce estético, y está convencido de que "ha existido desde la llegada del ser humano al mundo" y no fue un descubrimiento surgido en un determinado instante de la historia.

"La primera ficción nace en el momento en que un homínido imita a otro animal, y de esa capacidad de imitación, muy superior a la del resto de seres vivos, deriva nuestra inteligencia", argumenta en una entrevista Volpi, quien añade que el objetivo principal de su ensayo es "destacar el arte como algo útil evolutivamente".

De este modo, Volpi considera incluso que los seres humanos no existirían como tales sin la ficción, que es "uno de los elementos que los diferencia del resto de especies, al ser capaces de generar ficciones de sí mismos".

A lo largo de las páginas de este ensayo, que publica ahora en España, el autor también teoriza sobre la difusa frontera entre realidad y ficción. En este sentido, apunta que "las herramientas mentales que usan las personas para enfrentarse a la realidad son las mismas que usan para consumir ficción".

"Se vierte demasiada energía y tiempo en desarrollar ficciones, y por ello cuesta creer que el ser humano las cree sólo para entretenerse", insiste Volpi, quien opina que aquellos que consumen menos ficción, tienen más dificultades para desenvolverse con el resto de personas.

Volpi argumenta que "la ficción es útil en términos evolutivos, porque modela a las personas como especie, ayuda a que se entiendan mejor a sí mismas y las situaciones planteadas en libros, películas o cualquier otro soporte, permiten aventurar escenarios de futuro, fundamentales para la vida individual y colectiva".

Asimismo, el autor mexicano indica que "el arte es esencialmente un juego evolutivo, que transmite información importante y, para engancharse a esa información, proporciona placer estético".

Para el autor, la ficción ayuda a "vivir otras vidas a través de distintos personajes", lo que, entre otras cuestiones, permite desarrollar la empatía, una característica esencial para interactuar con los semejantes.

El ensayo se ha escrito al hilo de los últimos descubrimientos científicos relacionados con el cerebro, y en este sentido, juegan un papel fundamental las llamadas neuronas espejo, que, como explica el autor en su texto, son las responsables de la empatía que establecen las personas entre ellas.

"Estas células permiten leer el cuerpo de los demás", explica Volpi, quien celebra que descubrimientos como éste constaten como ciertas las intuiciones acerca de la empatía por parte de autores de la antigüedad, como Aristóteles.

Sin embargo, aclara que esas neuronas "no permiten leer la mente", y que el título del libro lo escogió por su carácter "paradójico".

Según Volpi, "los seres humanos reproducen en su mente todo aquello que ocurre en la ficción", lo que también incluye a los actos violentos. En ese sentido, está convencido de que someterse con asiduidad a la violencia de una película o de un videojuego, genera inevitablemente actitudes violentas.

"Cuando alguien mata en un juego, lo hace interiormente, y la pregunta es, hasta qué punto puede reproducir ese acto en la vida real", explica Volpi.

No obstante, concluye que esas dudas no deben llevar a la "inadmisible prohibición de las ficciones violentas", y que lo que se debe hacer es "educar a la gente, para que tenga capacidad de juicio frente a esa violencia".

Imagen: El escritor Jorge Volpi en la presentación de su último libro Leer la mente en Madrid.
Madrid, 15 nov (EFE)