Reseña de Hellboy: Wake the Devil (Mike Mignola)
Un asesinato en un museo de cera en Nueva York y un cadáver desaparecido conducen a Hellboy y a la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal (BPRD) hacia antiguos castillos rumanos en busca de una durmiente leyenda: el vampiro llamado Vladimir Guirescu. Mientras tanto, los científicos nazis que renacieron en la anterior entrega llamada “Hellboy: Seed of Destruction”, se preparan para el regreso de Rasputin que los llevará hacia el fin del mundo, y Hellboy confrontará su propósito en la Tierra.
¿Qué inmortal mano o qué ojo
pudo enmarcar tu temida simetría?
William Blake escribió estos versos que volvieron a los tigres una leyenda en el mundo de la poesía. Mike Mignola escribió Wake the Devil convirtiendo a Hellboy en una leyenda, un personaje eterno en el mundo de los cómics. Desconozco si Mike ignoraba que con este personaje marcaría un antes y un después en el mundo del cómic, pero lo hizo, y de qué manera. Como siglos antes lo hiciera Blake en la poesía inglesa con el poema “El Tigre”.
Después de los eventos ocurridos en Seed of Destruction, Hellboy debe lidiar con un villano que se creía muerto, con hechiceros, mitos y demás leyendas. ¿Una trama arriesgada? He ahí el mérito. No en concebir ideas arriesgadas, sino en conocer el camino para llevarlas hacia el éxito artístico evitando el tedio o la mera pedantería. Porque el mundo de Hellboy es una obra de éxito y tantas otras cosas, sí, pero no de tedio.
En este tomo Hellboy también debe enfrentar su destino, y ¡oh sorpresa! Lo hará por lo alto al dejar claro que él prefiere hacer su propio camino antes que ceder el control de su vida a otros seres, incluso a seres más poderosos que él, o aún desafiando al hechicero que lo trajo a este mundo. Es esta, entonces, una forma de enfrentamiento entre el creador y su creación, entre el hechicero Rasputin y la criatura llamada Hellboy.
Los dibujos, como siempre que se trata de Mignola, son soberbios. Quizás lo mejor en su género, y aquí ya da indicios de la gestación de ese “Universo Mignola” (llamado en inglés Mignolaverse) donde veremos spin-offs de los personajes secundarios, como Abe Sapien, por ejemplo. Será o no muy aventurado decirlo pero, a mi parecer, es el mejor universo que se ha creado en la historia del comic, incluso más potente y más original que el Universo Marvel o el Universo DC.
De aquí en adelante Hellboy se convierte en historia estupenda tras historia estupenda. Es un frenesí. Y nosotros los lectores, somos los más afortunados de ser testigos de sus mitos y leyendas.
Wake the devil es el principio de un personaje que, poco a poco, se ganará nuestro cariño y respeto. Y ante todo, es uno de los cómics pop con más referencias a la literatura, la poesía y la mitología.
Si nunca has leído una historia donde se crucen mitos, vampiros, hechiceros y demonios, ¿qué esperas? Consigue este tomo y adéntrate en una trama que ha pasado a la eternidad de la Historia del Cómic. +