FIL 2020: La vida misteriosa de los microorganismos
04 de diciembre de 2020
¿Son los virus seres vivos o moléculas? ¿Son nuestros anticuerpos tan eficaces como nos gustaría? ¿Es menos peligroso un virus agresivo que uno contagioso? Estas son algunas interrogantes a las que el doctor Miguel Pita, investigador y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, dio respuesta en su conferencia “Ocho cosas que debes saber sobre los virus y genética”, como parte del programa ¡La FIL también es Ciencia!
El autor del libro Un día en la vida de un virus (del ADN a la pandemia), hizo un recorrido desde el origen del virus hasta el brote de una pandemia, abordando cómo surgen, se extienden y cómo desaparecen. “Los virus no vienen de nuestro mismo tronco, vienen por otra vía; por eso, muchos expertos no los consideran seres vivos. Los virus aparecen y desaparecen en momentos puntuales de la vida, y se considera que no son seres vivos porque no son celulares. Los humanos somos pluricelulares. Los virus son mucho más simples, son un trozo de material genético, el ADN y moléculas que lo arropan”, apuntó.
Destacó que los virus siempre surgen de otros virus, por mutación, que es cualquier cambio que se dé en el material genético; y no aparecen de forma espontánea, siempre hay un virus anterior que cambia un poco y adopta nuevas habilidades. “Cuando aparece un nuevo virus tenemos que buscar de dónde ha venido para conocer su historia y protegernos de futuras situaciones así. Los virus son la versión más elemental de la genética”, subrayó Pita.
Hablando del ser humano, explicó que el virus no llega, entra en las células, las machaca y se va. Sino que se enfrenta a las defensas del cuerpo en una compleja batalla, ya que tenemos un sistema de defensas; el cuerpo tiene mecanismos para detectar lo que es extraño y hay células que recorren el cuerpo buscando elementos extraños para atacarlos.
“Las vacunas lo que hacen es entrenar nuestros anticuerpos, preparan las defensas y es una herramienta ingeniosa, porque alerta a las defensas antes de conocer al enemigo. Con el COVID-19, una enfermedad nueva, no tenemos antecedentes, ninguno sabe cómo enfrentarlo y el cuerpo busca estrategias. En este caso, el cuerpo de los jóvenes es más ágil celularmente que el de la gente mayor, por eso sufren menos ante la enfermedad nueva, porque es más rápido encontrando una solución”, apuntó.
Precisó que, ante esta nueva enfermedad, aunque todos tenemos prisa por encontrar la cura y los científicos trabajan a destajo, la ciencia funciona con un método lento, que se tiene que revisar y vigilar para que sea eficiente. En el caso del coronavirus es muy poco mutante, lo que significa que las vacunas serán efectivas por muchos años.
Pita señaló que los virus más agresivos suelen contagiarse menos, ya que en cuestión de horas ponen al individuo en situación de aislamiento, lo que no permite una rápida propagación; a diferencia del coronavirus, que, a pesar de ser agresivo, en ocasiones permite a la gente hacer su vida normal y propiciar la propagación; muestra de ello son los asintomáticos, que hacen que el virus sea muy contagioso.
En cuanto a la aparición de nuevos virus, dijo que los humanos estamos cada vez más próximos a las especies salvajes, y la degradación de los ecosistemas nos acerca a especies que son reservorios de virus, eso facilita que salten de sus cuerpos a los nuestros por mordisco o ingesta, y en esos virus hay mutantes y uno puede ser capaz de infectarnos. “Somos muchos y nuestros hábitos están globalizados, viajamos de un lugar a otro, es muy rápido hacer la expansión, por eso somos propensos a pandemias”, concluyó. +
Texto de la Sala de Prensa de la FIL por Laura Sepúlveda.